Alegría por la aparición del nieto 122

La aparición de un nieto desaparecido es de esas noticias que generan una profunda alegría. Renueva la esperanza y los valores más positivos de esta democracia que defendemos.

Últimamente hemos presenciado una serie de declaraciones de lo más hirientes para los que luchamos contra los delitos de lesa humanidad. La recuperación de la identidad de niños secuestrados por la dictadura, afortunadamente, sigue avanzando. Otra victoria para las familias segmentadas por los achaques de la última dictadura militar.

Iris Nélida García Soler y Enrique Bustamante fueron secuestrados en enero de 1977, por la Policía Federal, y estuvieron detenidos en la ESMA, donde nació su hijo.

El hijo de Iris y Enrique, nacido en la ESMA, pudo recuperar su identidad. Dato no menor, teniendo en cuenta que no estaba registrado en las denuncias de desaparecidos. Este hecho nos permite retomar un tema que se ha puesto en discusión desde la asunción del nuevo gobierno nacional: el de la cantidad de nuestros desaparecidos. La cantidad no hace al hecho, más allá de que numerosos desaparecidos no inscriptos en el registro puedan acrecentar el número: lo que debemos realzar es la causa. No puede nunca un Estado alzarse contra su pueblo con el fin de exterminarlo. Para eso existe la justicia.

Y es fruto de ella, que hoy podamos celebrar la aparición del nieto 122 junto a las Abuelas de Plaza de Mayo.