Cuando Perón conoció a Evita

Hoy, hace 74 años, se conocían Eva Duarte y Juan Domingo Perón. Fue el 22 de enero de 1944, en una colecta de fondos que se hizo en beneficio de las víctimas del terremoto ocurrido en San Juan tan solo una semana antes.

El 15 de enero de 1944, el suelo tembló en la región cuyana. En Mendoza la onda fue mucho menor, pero los compatriotas mendocinos sintieron el miedo y supieron ayudar a los sanjuaninos que habían huido de su provincia. Fue un desastre natural de esos que son tan poco comunes para nosotros, el más grande de nuestro país. El terremoto destruyó casi por completo la ciudad de San Juan. Con construcciones en su mayoría de adobe, típicas para la época, la supervivencia edilicia fue mínima.

Al día siguiente, Perón (recientemente nombrado director de la Secretaría de Trabajo y Previsión) anunció una colecta para ayudar a las víctimas. Tiempo después, promediando su primer mandato como presidente, Perón inauguraría las primeras viviendas colectivas del país, justamente en la reconstruida San Juan.

El 22 de enero, en el Luna Park, se realizó un festival para juntar fondos. Allí fue Perón, ya viudo desde 1938, en calidad de funcionario del gobierno. Y allí, probablemente, haya cambiado su vida para siempre. La joven actriz Eva Duarte se sentó al lado de él y comenzaron una relación que daría forma a la pareja más famosa de toda la Argentina, y que solo acabaría tras la muerte de Evita.

¿Por qué se sentó Eva al lado de Perón? Distintas versiones aseguran que fue el mísimisimo Roberto Galán (quien años después presentase el show “Yo me quiero casar… ¿Y usted?”) quien le indicó a Eva que el Coronel estaba solo y la llevó a su lado. Galán fue uno de los fundadores de la Sociedad Argentina de Locutores, en 1943, razón por la cual ya lo conocía a Perón por su labor en la Secretaría de Trabajo y Previsión. Por su parte, el hijo de Domingo Mercante (amigo y adjunto de Perón en la STyP) asevera que fue su padre el que los sentó juntos.

Más allá de los motivos, lo cierto es que la pareja se unió para nunca separarse. Como escribí anteriormente, la prisión de Perón en el 45 no los separó, sino que los unió más. Se casarían luego en una ceremonia íntima con el objetivo de transformarse en la voz y representación de los trabajadores y trabajadoras de nuestra querida patria. Con ellos, nunca se firmaron decretos en contra de los niños o ancianos, en contra de los trabajadores ni docentes. Al contrario, se inició el camino por sus derechos, los de los ancianos y trabajadores, del campo y la ciudad, así como la ampliación de los derechos políticos y sociales.

Un 22 de enero como hoy, la historia de los trabajadores de la Argentina empezó a escribirse. Esperemos que pronto siga su curso.