Señores jueces: Nunca Más

Ayer, el apelativo que caló hondo en la memoria de los argentinos desde que Strassera lo usara en el juicio a las juntas militares se resignificó. Ese “señores jueces”, en 1985, no era más que un pedido de atención para el verdadero anuncio: el “nunca más” que representaba lo que millones de argentinos entendían como el camino hacia la verdad, la memoria y la justicia.

Ayer, “Señores jueces” se transformó en algo más. Dejó de ser la fórmula educada de pedir atención a los jueces. No fue un vocativo formal que pedía prestar atención a lo que se anunciaría luego. Fueron miles, centenares de miles de personas, las que le gritaron (le ordenaron) a los jueces que “nunca más”.

Ayer, el pueblo salió una vez más a las calles y se unió en un solo grito. Ese que nunca olvidamos. Ese que no debemos olvidar. El campo nacional, popular y democrático fue una sola voz, olvidó sus diferencias y se concentró en Plaza de Mayo hasta rebasarla.

“El campo nacional, popular y democrático fue una sola voz, olvidó sus diferencias y se concentró en Plaza de Mayo hasta rebasarla”

Ayer, una vez más, el poder estuvo en el pueblo y el Senado tuvo que actuar en tiempo record para tratar de reconciliarse con aquellos que le prestan el poder para que los representen. Votaron por unanimidad un proyecto que impide a los represores aplicar al 2×1. Tarde, pero no tenían opción.

Ayer, los pañuelos inundaron las calles. Una vez más, todos respondieron a sus Madres y Abuelas, las de todos los argentinos en el repudio a una decisión de la corte que no hubiese tenido lugar en otros tiempos.Ayer, la unión volvió a ser la fuerza y las calles se expresaron como lo saben hacer en democracia.

Ayer volvió a ganarel pueblo.