Educación digital: sinónimo de oportunidad

Los avances tecnológicos se han hecho eco en casi todos los órdenes de la vida y la educación no está exenta de ello. Si bien estas incorporaciones datan de hace tiempo y fueron ganando espacio de manera paulatina, una eventualidad aceleró los tiempos y procesos: la pandemia.

Ante esta contingencia, la educación digital se impuso como una alternativa útil para darle continuidad a las capacitaciones en todos los niveles educativos. Este tipo de formación, a diferencia de otros, se caracteriza por hacer uso de los recursos digitales con el propósito de que los alumnos y alumnas adquieran competencias, habilidades y conocimientos sobre las temáticas que son de su interés.

Sin embargo, para Gustavo Álvarez, licenciado en Ciencia Política, referente de Educación y Trabajo en FATERYH y presidente de la Red Internacional de Educación para Trabajo (RIET), esta definición resulta insuficiente para abarcar el fenómeno. “La educación digital es sinónimo de oportunidad si se trabaja de forma responsable e inclusiva”, asegura.  Las herramientas que brinda son muy demandadas desde principios del siglo XXI tanto en los ámbitos de formación como en los laborales. Además, permite que la enseñanza y el aprendizaje tengan lugar en cualquier momento y espacio, lo que es de suma utilidad cuando aparecen obstáculos que dificultan la presencialidad.

Ante el crecimiento de esta modalidad de educación, y con la idea de que los afiliados y afiliadas de SUTERH, sus familiares y el público en general puedan acceder a nuevos conocimientos que se adecúen a sus necesidades individuales, laborales o intereses, de un modo sencillo y flexible, surgió el Centro de Innovación Virtual para la Educación y el Trabajo (CIVET) en agosto del año 2019

El CIVET propone, de acuerdo al trayecto a abordar, cursadas bimodal (que combinan clases presenciales y virtuales) y cursadas íntegramente a distancia. “Hemos desarrollado un modelo innovador en el que empleamos una variedad de recursos tecnológicos de vanguardia para facilitar la apropiación de los contenidos. Si bien la mayoría de los cursos en línea presentan contenidos a través de videos, en CIVET hemos desarrollado videos en formato 360 para que las personas puedan explorar los procedimientos desde diferentes ángulos”, comenta Álvarez.

Para la institución son muy relevantes las actividades multimediales e interactivas, por eso acompañan el recurso fílmico con imágenes, audios, animaciones y textos. Además, el proceso de aprendizaje es facilitado por tutores/as, quienes acompañan a los y las cursantes. Durante el 2020 se inscribieron alrededor de 8.400 personas a los cursos de imagen corporal, gastronomía, marketing, nuevas tecnologías, electricidad, plomería, entre otros, demostrando la gran acogida que han tenido las propuestas entre el público. Las mismas están orientadas a que, una vez finalizada la cursada, los egresados y egresadas puedan insertarse eficientemente en el mundo laboral con todo el bagaje técnico y las habilidades socioemocionales adquiridas.

La educación digital llegó para quedarse, y el futuro sin dudas estará atravesado por ella. Sin embargo es necesario recalcar que aún existen muchas desigualdades para su acceso. En este sentido, es esencial que desde el Estado se lleven adelante políticas públicas universales que reduzcan la brecha digital existente, como lo fue en su momento el programa ‘Conectar Igualdad’, descontinuado durante la gestión de Mauricio Macri. Asimismo, no sería descabellado pensar un sistema educativo que incluya la digitalización en las diversas currículas y permita que todos y todas puedan estar conectados.

La educación como construcción colectiva

Cada vez más estudiantes finalizan sus estudios secundarios gracias a La Ley de Educación Nacional (LEN) 26.206 sancionada en 2006. Esta establece la obligatoriedad de la educación secundaria y define la responsabilidad del Estado nacional y de los Gobiernos locales en asegurar su cumplimiento. Actualmente en Argentina menos de 1 de cada 4 argentinos/as logra alcanzar la completitud del nivel a la edad oficialmente propuesta.

Más aún, en edades más avanzadas, la tasa de graduación de nuestro país es del 61%. Esto se debe a las ofertas alternativas, como las políticas públicas destinadas a su finalización (por ejemplo el Plan de Finalización de Estudios Secundarios (FinES), la Educación Permanente de Jóvenes y Adultos (EPJA), o el Programa Inclusión/ Terminalidad de Educación Secundaria y Formación laboral para jóvenes de 14 a 17 años (PIT) y los secundarios para mayores de 18 años. Gracias a ellas, el porcentaje se incrementa a 39% en 1991 y a 59% en 2010 entre los 18 y 25 años de edad.

La importancia del secundario radica en su obligatoriedad para continuar con los estudios superiores y el ingreso al mundo del trabajo. Para cubrir una necesidad de los y las afiliadas, el ISO ofrece el Bachillerato en Economía y Administración para mayores de 18 años. Esta propuesta educativa resuelve varias de las principales causas relacionadas con la deserción escolar. Según UNICEF, el abandono en el nivel secundario se debe al ingreso al mundo laboral (14%); dificultades económicas para sostener la cursada (8,8%); situación de embarazo o de cuidado de algún hermano/hijo menor (11,3%) y falta de interés o motivación (29,6%).

El Bachillerato se desenvuelve a través de un campus virtual y permite una cursada flexible, donde las y los estudiantes pueden disponer de sus tiempos y espacios, así como pueden administrar de manera personalizada el ritmo e intensidad del estudio. Leandro Vecino Dri, rector de ISO señala que la propuesta “fue especialmente diseñada pensando en que las personas adultas tienen responsabilidades laborales y/o familiares que les impiden asistir a clases presenciales varias veces por semana.” Así, es posible combinar los estudios con otras obligaciones ya que las únicas instancias presenciales (a condición de las medidas de Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio), son una clase por mes y las evaluaciones.

A su vez, desde la perspectiva del sindicato y en palabras de Vecino Dri “SUTERH tiene un profundo convencimiento de que la educación es una herramienta fundamental para los afiliados, las afiliadas y sus familias y por eso otorga becas completas para estudiar en el Bachillerato del Instituto Superior Octubre.” La educación, como derecho básico, tiene un papel fundamental en la formación individual así como en la construcción colectiva. El acceso, desarrollo y finalización de los estudios garantiza mejores condiciones en el mundo del trabajo. 

Para conocer más sobre el Bachillerato en Economía y Administración, podés acceder a https://iso.edu.ar/courses/bachillerato-en-economia-y-administracion/. Las inscripciones están abiertas todo el año y la cursada comienza el el 1° de marzo ininterrumpidamente hasta el mes de noviembre.

En Común: la pluralidad y unidad como estandartes

La gestión de Mauricio Macri dejó nuestro país en niveles de crisis históricos: inflación desmedida; la vuelta al Fondo Monetario Internacional; la destrucción de la industria y las PyMEs; y la caída del poder adquisitivo de la clase trabajadora.

Poner a la Argentina de pie fue lo que motivó el surgimiento del Frente de Todos en 2019, un espacio político amplio, diverso y plural, donde la unidad se determinó como una constante. El 2020 nos sorprendió con un desafío tan inesperado como arduo: hacer frente a una pandemia, sin precedentes en las últimas décadas. Esta contingencia exigió repensar desde el desarrollo de la cotidianeidad hasta el modo en el que nos vinculamos con otros/as. Y dentro de ese devenir fue trascendental escuchar y compartir un mosaico de visiones y conceptualizaciones, aquellas que nos permiten arribar a determinaciones beneficiosas para la mayor cantidad de argentinos y argentinas.

Esa diversidad es la que nos enriquece, la que nos invita a mirar la realidad con diferentes lentes, a fortalecernos como espacio, a darle voz a quienes más lo necesitan. Dentro de este marco surge En Común, un espacio que tiene el objetivo de consolidar la unidad ya alcanzada.

El camino recorrido se materializó en el lanzamiento desarrollado el lunes 28 de diciembre en el mismo lugar donde hace más de un año festejamos el triunfo de Alberto y Cristina. Coincidentemente, en esta oportunidad también celebramos el comienzo de una etapa distinta. Un período donde referentes de diversos orígenes, como el ministro de Educación, Nicolás Trotta; la titular del INADI, Victoria Donda; los diputados Facundo Moyano, Gisela Marziotta, Carolina Gailliard y Natalia de la Sota; los dirigentes y funcionarios Guillermo Cháves, Sebastián Benítez Molas, Eric Calcagno, Yanina Martínez, Mariana Gras y María Rachid, junto con otras personalidades de todo el país, nos unimos para aportar experiencias y nuevas ideas que hagan crecer y fortalecer este proyecto de país que con tanto amor fue creado.

Queremos seguir demostrando, como lo venimos haciendo desde hace más de 365 días, que nuestras prioridades están más que claras, que sabemos para qué vinimos y que las bases no cambiaron. Vamos a luchar inclaudicablemente para darles un país mejor a los y las que trabajan día a día, donde las oportunidades no estén concentradas en unos pocos, donde la educación, la ciencia, la tecnología y el trabajo tengan el lugar que merecen, donde la industria muestre todo el potencial y recursos que tenemos.

Una Casa Común donde la solidaridad, la igualdad y el amor por la Patria grande, libre y soberana imperen es posible. La estamos construyendo entre todos y todas. Los y las invitamos a ser parte.

Comprometidos con la Educación Técnica y Profesional

La Educación Técnica y Profesional es aquella parte de la educación que se ocupa de impartir conocimientos y destrezas o capacidades para el mundo del trabajo. En América Latina, este tipo de enseñanza surgió entre 1940 y 1970, concebida como una alternativa a la educación secundaria tradicional que luego se trasladaría al nivel superior mediante programas intermedios y tecnicaturas. En Argentina, el peronismo creó el Sistema de Educación Técnica en la década de 1940, por medio del cual se incluyó a los sectores populares tradicionalmente excluidos por los sistemas educativos tradicionales. Paralelamente, las organizaciones de trabajadores/as hemos ido diseñando nuestras respectivas propuestas de formación técnica y profesional.

A pesar de su amplia oferta y gran desarrollo educativo, la Educación Técnica y Profesional en nuestra región muchas veces es criticada por su calidad y por no responder a las necesidades de los mercados de trabajo, liberalmente entendidos. De acuerdo a la Oficina Regional de Educación de la UNESCO para América Latina y el Caribe “se cuestiona la efectividad de sus procesos de enseñanza y aprendizaje para desarrollar en las personas competencias relevantes y acordes con las demandas de su entorno”. Con el objetivo de contrarrestar esto, en nuestro país se creó en el año 2005 el Fondo Nacional para la Educación Técnica Profesional, financiado con un monto que no puede ser menor al 0,2% del total del presupuesto anual consolidado. De esta manera, las instituciones de este tipo de formación son directamente fortalecidas por el Estado, que pasó a tener un rol activo en los procesos educativos orientados a la inserción laboral.

Desde FATERYH, en nuestro rol de defensores y defensoras de los intereses de los trabajadores/as de edificios, reafirmamos nuestro compromiso con  la capacitación y formación profesional de sus afiliados/as. Dentro de nuestra oferta educativa se encuentran los Institutos Superiores de Formación Técnica N° 222 (Mar del Plata) y N°225 (San Martín) con un renovada propuesta y cuyas preinscripciones se encuentran abiertas. En San Martín se encuentra la Tecnicatura Superior en Desarrollo de Software y en Mar del Plata la Tecnicatura Superior en Hotelería. Ambos trayectos buscan formar profesionales con conocimientos sólidos y preparados/as para el mundo laboral del siglo XXI. Para informes  e inscripciones, comunicarse a [email protected] (Mar del Plata) o a [email protected] (San Martín).

Entendemos que los y las trabajadoras deben contar con formaciones integrales, aplicables a sus tareas diarias y que les permitan crecer laboral y personalmente. Por eso, promovemos de manera constante el ejercicio del derecho a la educación en el nivel superior de los trabajadores, trabajadoras y sus familias.

Nuevos desafíos para las industrias culturales

La pandemia de coronavirus significó un enorme desafío para la economía global en este 2020, poniendo en jaque nuestra forma de producir y consumir bienes y servicios y llevándonos a repensar los mecanismos para adaptarnos al aislamiento. Sin duda alguna, el ámbito de la cultura fue de los más afectados por las restricciones que imponen los cuidados sanitarios, dado el inherente carácter social de toda práctica artística. La adaptación al Distanciamiento Social, Preventivo y Obligatorio implicó un fuerte golpe en la economía de las industrias culturales.

A la condición estructural de la industria, determinada generalmente por ocupar un lugar de menor prioridad y peso en la economía de los países del continente, ahora se le añadió una mayor desigualdad entre los actores más establecidos, que cuentan con recursos para enfrentar la crisis, y aquellos artistas emergentes que se ven ante una creciente dificultad para llevar adelante sus producciones.

Ante este escenario, el Banco Interamericano de Desarrollo, junto con una red de expertos/as del sector cultural y creativo de América Latina, llevó adelante un diagnóstico de la situación actual de las industrias culturales: los nuevos desafíos que surgen con la pandemia y algunos posibles modelos de negocio para afrontarlos.

Como parte de las medidas que surgieron para sobrellevar la nueva normalidad que exige la pandemia, la articulación de las industrias culturales con las nuevas tecnologías hoy resulta más fundamental que nunca. La virtualidad emerge como espacio alternativo donde muchas expresiones culturales encuentran un medio, al menos transitorio, para seguir exhibiéndose ante el público. Películas, obras teatrales, recitales y charlas vía streaming ya se han vuelto parte de la cotidianeidad de muchos/as artistas y espectadores, y existen motivos para pensar que este cambio llegó para quedarse.

Contemplando los períodos de menor circulación del virus, los/as especialistas sugieren la transformación de espacios como cines y teatros para reducir la cantidad de asientos disponibles y la adaptación de predios para la realización de autocines, favoreciendo una mayor separación entre espectadores. Además, la venta online de piezas de arte se ha vuelto un medio de supervivencia para muchos/as artistas de distintas ramas. 

Si algo positivo puede mencionarse acerca de esta nueva normalidad, es que los/as espectadores/consumidores de arte empezaron a habituarse más a pagar por el trabajo de los/as artistas, que la infraestructura necesaria para la realización de grandes streamings es fuente de empleo para trabajadores/as audiovisuales y que la virtualidad elimina las limitaciones geográficas, posibilitando que las producciones culturales alcancen públicos nuevos. 

Como iniciativa del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires se empezó a organizar la Feria Independiente de Cultura (Finde) que cada semana brinda espacio a diferentes propuestas artísticas y culturales para que obtengan difusión y puedan comercializar sus producciones. Además, desde el Grupo Octubre adaptamos la oferta de nuestros diversos espacios para seguir difundiendo las expresiones artísticas y culturales pese a las dificultades que impone la pandemia. La sala Caras y Caretas continúa ofreciendo una cartelera de espectáculos para disfrutar online desde casa, la plataforma Octubre TV es una ventana de exhibición muy importante para numerosas producciones audiovisuales independientes y la Editorial Octubre ofrece distintas obras para descargar desde su página en formato e-book.

En este contexto tan particular, es sumamente importante que manifestemos todo el apoyo posible para nuestros/as artistas y referentes culturales, cuya labor nos enriquece cada día a todos y todas, y construye la identidad de nuestros territorios.

Articulación, unidad y diálogo ante la adversidad

Desde su origen, la finalidad del sindicalismo ha sido una: la defensa de los intereses económicos, sociales y laborales de los trabajadores/as, con miras a mejorar sus condiciones de vida y de trabajo. Habiendo atravesado gran parte del año en una pandemia, podríamos sumar a esta definición la defensa del derecho a gozar de una salud plena. En el camino hacia lograrlo, el accionar articulado con el Estado es indispensable. En nuestro país, aún es una cuenta pendiente que todo el sistema político acuerde en que esto debe ser una prioridad, sin importar el gobierno de turno: los sindicatos siempre debemos tender puentes de solidaridad en beneficio de nuestros afiliados y afiliadas, y de la comunidad en general.

En este contexto tan especial, los encargados/as de edificios tienen un rol muy importante porque sus tareas son esenciales, tanto para mantener los edificios en funcionamiento como para ayudar a aquel adulto o adulta mayor, o persona con enfermedad preexistente, a salir lo menos posible de su hogar. Por eso, desde SUTERH entendimos desde el primer momento que nuestro rol era, más que nunca, defender sus intereses y entablar vías de comunicación con organismos estatales y no estatales, en pos del bienestar de nuestros trabajadores y trabajadoras.

Al poco tiempo de haber llegado la pandemia al país, dimos inicio a la campaña “Cuidado y Contención” junto con el Programa de Atención Médica Integral (PAMI). Su objetivo es informar a administradores/as de consorcios y afiliado/as al PAMI sobre las medidas de prevención durante la emergencia sanitaria. Además, promueve la colaboración por parte de los encargados y encargadas de edificios en las acciones que tenían como fin mitigar los efectos del aislamiento, en los momentos de Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO).

Posteriormente, decidimos poner en marcha junto con el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) campañas de concientización en los edificios para terminar con la discriminación hacia el personal de salud y los/as pacientes de coronavirus. En SUTERH comprendemos que nuestro rol social como representantes de trabajadores/as es fundamental en un contexto como el actual.

Además, atendiendo así los intereses inmediatos de nuestros afiliados/as, construimos un Centro de Internación Transitoria en nuestro predio de La Reja con 40 camas para pacientes de COVID-19 con síntomas leves. En sintonía con esto, impulsamos una campaña de donación de plasma junto con la Fundación Hematológica Sarmiento y así colaboramos con miles de personas que fueron curadas con esta metodología.

La crisis sanitaria ha puesto en evidencia la necesidad de actuar de manera concertada y que no hay salidas individuales a los problemas colectivos. Desde SUTERH estamos orgullosos de aportar nuestro granito de arena a que la sociedad argentina enfrente de la mejor manera posible la pandemia.

FATERYH: la unión hace la fuerza

Nuestro país tiene una constitución federal, pero ¿Qué significa esto? En el federalismo, distintas unidades políticas deciden confluir para formar una entidad mayor: la federación. Su objetivo es poder tomar decisiones en conjunto, mostrarse como una unidad y, a su vez, conservar cierta independencia local que les permita preservar sus características propias y actuar acorde a ellas. En el caso de Argentina, las 23 provincias más la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tienen la potestad de tomar ciertas decisiones a nivel local, mientras que debe acatar otras que provienen del Gobierno nacional.

De manera similar, los sindicatos de trabajadores/as de edificios de todo el país confluimos en la Federación Argentina de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal (FATERYH). Cada agrupación de trabajadores y trabajadoras de edificios depende parcialmente de la organización central sin perder la capacidad de tomar algunas decisiones basadas en las particularidades regionales. Además, la concertación voluntaria nos permite actuar coordinadamente, otorgándonos un mayor peso en el panorama político-social nacional, y por ende, una certera capacidad de defender los derechos de nuestros y nuestras representadas.

A lo largo y a lo ancho del país, los sindicatos y delegaciones de encargados/as de edificios generan políticas para sus afiliados. En SUTERYH Córdoba, durante la pandemia los trabajadores/as de edificios acceden al transporte público de manera gratuita, al ser considerados esenciales y gracias al accionar de las autoridades sindicales. En SUTERYH San Juan, los afiliados/as tienen la posibilidad de acceder a un Plan de Vivienda en el Barrio Santa Lucia, garantizando uno de los derechos más importantes para los trabajadores y trabajadoras. Por otro lado, SUTERH Tucumán cuenta con el Complejo Polideportivo y Turístico El Cadillal para sus afiliados y afiliadas. En el Área Metropolitana de Buenos Aires contamos con servicios como la Red Vivir sin Violencia y la Salud en Nuestras Manos. Solo nombrando algunas de las políticas podemos ver la diversidad de iniciativas que componen FATERYH y que responden a las múltiples necesidades de cada rincón de la Argentina. Sumado a esto, hay servicios que se imparten en todo el país, como los cursos virtuales del Centro CIVET y los encuentros de capacitación para dirigentes sindicales.

Este breve resumen de medidas tomadas por nuestros sindicatos dan cuenta de la herramienta fundamental que constituye el federalismo para los y las trabajadoras. Vivimos en un país amplio y muy diverso, en el cual no funcionarían medidas unitarias, tomadas en un punto del mapa para ser aplicadas en el resto del país. Por eso, una federación nos da la posibilidad de atender las particularidades de cada jurisdicción en lo local, pero también confluir para defender en lo nacional los derechos de todos y todas las trabajadoras de edificios.

Pandemia: cambios y desafíos en el mundo del trabajo

La pandemia de coronavirus se presentó de manera inesperada, alterando nuestro cotidiano rotundamente e impulsándonos a generar nuevas formas de interactuar para cuidar nuestra salud. En este contexto, el mundo del trabajo se encontró con una serie de desafíos y obstáculos nunca antes vistos por las generaciones más jóvenes: ¿cómo hacer frente a una pandemia? ¿nos podremos adaptar? ¿qué cambios implica para los trabajadores y trabajadoras?

Para responder estas preguntas, la socióloga, directora de la carrera de Relaciones del Trabajo de la UMET e investigadora CONICET en el Citra, Marta Novick, nos invita a analizar brevemente las consecuencias de la pandemia en el mundo laboral. 

En primer lugar, Novick afirma que para analizar la actualidad es importante tener en cuenta que el mundo del trabajo viene modificándose a causa de “la globalización (en su última etapa financiera), las tecnologías y sus transformaciones, con diferentes implementaciones según tipo de empresa y región, y las estrategias de subcontratación y tercerización”. Nos encontramos en un momento de cambio en los ámbitos del empleo, del trabajo y de las relaciones laborales. Además, a la hora de analizar nuestro país, para la especialista debemos tener en cuenta que “las políticas de los últimos cuatro años no se preocuparon ni por la economía ‘real’ y productiva, ni por el trabajo ‘decente’”, agravando el panorama para los trabajadores y trabajadoras.

En segundo lugar, menciona que para observar los desafíos que conlleva la pandemia hay que “tener en cuenta las políticas que se tomaron, como la ley de suspensión de los despidos y la implementación de los ATP (programa de Asistencia al Trabajo y la Producción) y los IFE (Ingreso Familiar de Emergencia)”. Estas líneas de acción aplicadas a nivel nacional atenuaron las posibles consecuencias de la pandemia en el mundo del trabajo. De no haberse implementado estas políticas, como afirma Marta Novick, hoy hablaríamos de consecuencias mucho peores en los ámbitos de la asistencia sanitaria, las condiciones de teletrabajo, la sobrecarga de tareas de cuidado y laborales, y la disminución de los ingresos de gran parte de las familias. 

El panorama actual pone en evidencia la fuerte necesidad de contar con profesionales formados para llevar adelante análisis criteriosos del mundo del trabajo. En este sentido, la UMET imparte la Lic. en Relaciones del Trabajo (RT). Para la directora de dicha carrera, “un egresado de RT de la UMET no es semejante a un egresado de otras universidades, por una serie de razones: a) la perspectiva que fundamenta la carrera está asociada con el mundo del trabajo y en ella priman los derechos y perspectivas de los trabajadores/as; b) tienen una fuerte impronta de prácticas profesionales que ubican al futuro egresado/a en la complejidad del campo, en su construcción histórica y en la perspectiva internacional; c) al no ser una carrera masiva, la relación profesor/a-estudiante constituye una base de contención muy importante; d) poseen un equipo docente de altísima calidad y experiencia, y e) un número significativo de estudiantes provienen de la práctica sindical, lo que le da un perfil muy particular a la carrera”. Durante el tiempo que lleva transcurrida la pandemia, la UMET ha continuado con el dictado de clases de manera virtual, preservando la salud de estudiantes, docentes y no docentes, y garantizando la continuidad del ciclo lectivo.

Desde el Grupo Octubre creemos que trayectos de formación como la Lic. en Relaciones del Trabajo son primordiales en la defensa de los derechos de los trabajadores y trabajadoras. El mundo laboral se transforma a pasos agigantados y estos cambios requieren de profesionales idóneos, que tengan un pensamiento crítico y estén preparados/as para sumergirse en este campo laboral. Por eso, nos ocupamos de que aprendan a analizar, aplicar y velar por el cumplimiento de las normas que regulan las relaciones laborales; a diseñar, evaluar e implementar políticas públicas en materia de empleo y formación profesional; y a adecuar el marco normativo vigente para adaptarlo a las transformaciones del contexto laboral. El mundo del trabajo será un poco más justo, siempre y cuando contemos con profesionales dispuestos/as a nivelar las condiciones en favor de los y las trabajadoras, y dirigentes tanto sindicales como empresariales que comprendan el diálogo social y el compromiso entre capital y trabajo, para así generar crecimiento y disminuir la desigualdad.

Asimetría por consumarse: el Tratado MERCOSUR – Unión Europea

En el año 2016, haciendo gala de “la vuelta al mundo”, el Gobierno de Mauricio Macri retomó el sueño liberal nacido en los ‘90 de firmar un Acuerdo de Libre Comercio entre el MERCOSUR y la Unión Europea (UE). Tres años después, el 28 de junio de 2019, se anunciaba el fin de las deliberaciones del tratado que el Gobierno argentino presentó como un “pilar clave de la transformación productiva nacional”.

¿De qué tipo de transformación productiva estamos hablando, si las dos regiones son altamente asimétricas y concentran su comercio en sectores específicos? De hecho, el 70% de las exportaciones desde el MERCOSUR hacia la Unión Europea son alimentos, animales vivos y materias primas, mientras que solo un 25% son productos manufacturados, es decir, industriales. Como contraparte, el 90% de lo que se importa desde la Unión Europea son productos con alto valor agregado. Por lo tanto, establecer un acuerdo entre las partes solo podría llevar a una profundización de estas desigualdades. Y a ninguna transformación productiva.

En nuestra región, y especialmente en nuestro país, no necesitamos perpetuar un modelo agroexportador, extractivista y anticuado. Lo que necesitamos es poder avanzar en la diversificación del aparato productivo, con un mayor nivel de industrialización, para fabricar productos con cada vez mayor valor agregado. El tan esperado acuerdo MERCOSUR-UE sería un paso en la dirección contraria.

Además, no solo se consolidarían las desigualdades extrarregionales, sino que actuaría en detrimento de las relaciones comerciales con nuestro mayor socio: Brasil, quien tradicionalmente ha importado de Argentina productos industriales como las autopartes. Con la llegada irrestricta de productos industriales europeos al país lusófono, las manufacturas argentinas no tendrían futuro competitivo.

El camino que ha elegido la Argentina desde octubre de 2019 ha sido el del pragmatismo y la autonomía. Paulatinamente, y a pesar de las dificultades, se viene apostando por un relacionamiento externo diversificado, alrededor de agendas comunes en distintos niveles y con diferentes socios comerciales, con mayores simetrías. Atrás quedaron los años de discursos neoliberales y de “vuelta al mundo” poco criteriosa. Llegó el momento de construir un país que sepa moverse con inteligencia y practicidad, sin entrar en alineamientos automáticos e ideologizados, y sobre todo, priorizando el bienestar del pueblo argentino y sus trabajadores/as.

Nuestro sistema sindical como refugio

La CEPAL prevé una caída de 5,3% puntos del PBI en América Latina y el Caribe para este año. Frente al impacto de la pandemia en la economía, las organizaciones de trabajadores y trabajadoras cobramos especial relevancia en defenderlos de posibles despidos, reducciones salariales o el empeoramiento de sus condiciones laborales. Por eso, es interesante remarcar las fortalezas de nuestro sistema sindical en contextos de emergencia como el actual. El modelo de unicato o sindicato único por rama, junto a la capacitación y formación profesional brindan herramientas a largo plazo al conjunto de las y los trabajadores.

La pandemia hizo tambalear el mundo del trabajo en todo el mundo y cada país respondió acorde al sistema laboral que impera en ellos. En aquellos países donde existe un modelo de unicato o sindicato único por rama el impacto fue menor ya que su legislación favorece la existencia de sindicatos fuertes y unidos. Esto brinda una representación más fuerte de los trabajadores y trabajadoras como ocurre en el reagrupamiento en la Confederación General del Trabajo de la República Argentina (CGT) o en Francia, que cuenta con la homónima CGT (Confédération Générale du Travail). A modo de ejemplo en nuestro país, podemos ver el sindicato de trabajadores de la sanidad que agrupa a las diferentes ocupaciones de la salud (médicos/as, enfermeros/as, parteros/as, camilleros/as, entre otros)
  
En contraposición, la pérdida de puestos de trabajo y condiciones laborales fue mayor en los países que tienen mayoritariamente un modelo de sindicato amarillo o vertical como los Estados Unidos, Colombia o Chile. Este modelo es aquel que se encuentra limitado a los trabajadores y trabajadoras de una empresa y se encuentra dominado o influido por ésta, disminuyendo así su independencia. Para crear este tipo de organizaciones en nuestro país, existieron varios intentos históricos de desarmar nuestro sistema sindical como ocurrió en el golpe de 1955 o en la última dictadura cívico-militar de 1976. El sindicato amarillo existe en países donde los trabajadores se encuentran más expuestos a los embates del mercado Mientras que los países que contemplan una amplia protección laboral, tienen un sistema similar al nuestro.

A su vez, es necesario brindar capacitaciones y formaciones profesionales a las y los trabajadores para que actualicen o complementen sus actividades con las nuevas exigencias del siglo XXI. La pandemia acentuó la importancia del uso de la tecnología y la conectividad, así como el trabajo a distancia. 

En contextos donde la economía tambalea es menester reivindicar la importancia del sindicato único por rama, ya que este modelo aúna fuerzas para brindar una protección mayor a los trabajadores y trabajadoras en todo momento.

Acerca de Victor Santa María

Secretario General del sindicato de los trabajadores y trabajadoras de edificios, presidente del club Sportivo Barracas, coordinador General del Grupo Octubre, dirigente del Partido Justicialista, vicepresidente del Consejo Económico y Social.

Grupo Octubre