El arte es una gran forma de escapar transitoriamente a las preocupaciones, ansiedades e inquietudes. Ante momentos de estrés, es un cable a tierra que nos permite distraernos, entretenernos y fomentar nuestra creatividad. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), el arte también tiene beneficios directos asociados a nuestra salud: la música ayuda a controlar el nivel de glucosa en sangre, producirla o tocarla mejora el sistema inmunitario y es beneficioso para manejar el estrés, bailar es altamente positivo para el cuerpo y la mente, y pintar o esculpir mejora la capacidad de hacer frente a trastornos como la depresión.
En noviembre del año pasado, la OMS, en un estudio en conjunto con el Colegio Universitario de Londres, llevó adelante la revisión mundial más grande hasta la fecha sobre los beneficios de las artes para la salud. El resultado de la investigación demostró que participar en actividades artísticas “puede reducir las desigualdades sociales, mejorar la cohesión social y fomentar conductas saludables”.
Por lo tanto, el arte cumple un rol muy importante en la sociedad como conjunto y al interior de cada hogar. En un contexto de aislamiento sanitario, crece la necesidad de contar con instancias que nos ayuden a mejorar la salud física y mental. El arte conjuga ambas cosas. Actualmente, su centralidad cobra protagonismo con la particularidad de que los distintos formatos artísticos deben adaptarse a lo virtual: recitales por redes sociales, teatro en línea, paseos virtuales por galerías y museos, entre otros.
En este sentido, desde el Grupo Octubre, mediante la plataforma Octubre TV, este año transmitiremos la séptima edición de Construir Cine, el Festival Internacional de Cine sobre el Trabajo. Cada año, Construir Cine asume el desafío de hacer confluir el arte con el impacto social y propone ser un ámbito para difundir y premiar trabajos audiovisuales que tengan como objetivo influir sobre la realidad socio-laboral de nuestro país y del mundo. Creemos que es muy importante brindar nuestra plataforma como herramienta para la difusión de este tipo de eventos artísticos que no sólo ayudan a distendernos en la cuarentena, sino que también nos llaman a la reflexión en torno al mundo del trabajo y sus características. El festival se transmitirá de manera gratuita, del 6 al 13 de mayo.
Además, junto con SUTERH llevamos a cabo un concurso de artes visuales. El mismo buscó que el público envíe de manera digital sus producciones de fotografía, pintura, dibujo o diseño. Estamos seguros de que producir arte es una manera de despejarnos y de salir virtualmente del aislamiento. Por eso, invitamos al público en general a animarse y sumergirse en el mundo de las artes visuales. Luego de analizar un total de 76 obras participantes, el jurado especializado decidió que Brian Mayhua sea el primer ganador, con su pintura sobre la Villa 31; el segundo puesto lo obtuvo Natalia Solarz, con un dibujo retrato en microfibra, y Rocío Ailén Elisii ocupó el tercer lugar con su fotografía en el subte. En otra entrada de este blog pueden ver las obras ganadoras: https://victorsantamaria.com.ar/ganadores-del-concurso-de-artes-visuales/. Desde ya, agradecemos a todos/as los que participaron y al jurado por haber hecho su evaluación.
El arte es un eslabón fundamental de la vida en comunidad. En momentos como el actual, las expresiones artísticas son nuestra manera de librarnos de las tensiones diarias y distendernos, ya sea como espectadores o que participemos de ellas de manera activa. Por eso, desde SUTERH y el Grupo Octubre seguiremos fomentando las disciplinas artísticas mediante iniciativas destinadas a toda la sociedad.
Salud mental: ¿cómo nos afecta el aislamiento?
El aislamiento obligatorio puede traer consecuencias negativas sobre la psiquis de las personas. A la sensación de inseguridad propia de un contexto de pandemia, se le suman las dificultades psicológicas y emocionales para sobrellevar el encierro.
En un diálogo con Página/12, profesionales de la salud mental analizaron la situación y dieron cuenta de cuáles son algunos de los efectos del confinamiento: en primer lugar, es muy importante tener en cuenta que la ansiedad es una respuesta normal y esperable en contextos de encierro. “Un cierto grado de ansiedad, con picos intensos, puede ser considerado normal”, explica Santiago Levín, presidente de la Asociación de Psiquiatras Argentinos. En la misma línea, Liliana Mato, médica psiquiatra, afirma que “en estos momentos es absolutamente normal sentir miedo, tristeza, enojo, rabia, angustia, impotencia y es fundamental poder conversar y compartir esas emociones, poder nombrarlas”. En este punto, revaloriza la importancia de fomentar los lazos sociales y de estar vinculados a otros/as, desde nuestras casas, para cuidar la salud mental.
La cuarentena, entonces, nos invita a pensar en la salud mental de manera integral, considerando los distintos aspectos de la vida de una persona de manera conjunta. Esto incluye también un elemento muy importante: las adicciones. En este sentido, la Organización Mundial de la Salud hace hincapié en evitar canalizar las emociones mencionadas mediante el consumo de sustancias psicoactivas, ya que el contexto de encierro puede ser propicio para ello.
Desde SUTERH estamos al tanto de que las adicciones son una problemática difícil de abordar individualmente, y por eso llevamos adelante el Espacio Preventivo Laboral en Adicciones (EPL). Mediante esta iniciativa brindamos orientación y asistencia a afiliados/as de SUTERH-OSPERYH con problemas de consumo de drogas y otras sustancias. En el contexto de cuarentena, la Lic. María Mas Vélez (MN 22.597), Coordinadora del EPL, cuenta que “estamos atendiendo los casos que teníamos activos en el espacio a través de videollamadas, pero con una continuidad de dos veces por semana, inclusive más que cuando vienen en forma presencial al espacio”. El objetivo es que todos aquellos trabajadores/as de edificios que tengan problemas de adicciones y que sientan que el aislamiento potencia esto, sepan que están acompañados por profesionales. Pueden comunicarse por teléfono al 5354-6600 (interno 7662) y por mail a [email protected] de lunes a viernes, de 12 a 16hs.
La cuarentena es un momento difícil para todos y todas. Por eso, es primordial contar atención especializada que nos brinde la contención necesaria. Desde el sindicato entendemos la salud de manera integral: no como la ausencia de enfermedad, sino como la capacidad de los sujetos de hacer frente a todo lo que les pasa con el acompañamiento correcto.
Ganadores del concurso de artes visuales
Felicitamos a los ganadores y ganadoras del ???????????????????????????????? ???????? ???????????????????? ???????????????????????????????? que llevamos adelante desde SUTERH.
1er premio: Brian – Pintura sobre la villa 31
2do premio: Natalia – Dibujo retrato en microfibra
3er premio: Rocío – Fotografía en el subte
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El show no debe continuar
Desde que el coronavirus se convirtió en una pandemia, hemos escuchado hablar también de la infodemia. La Organización Mundial de la Salud la define como la información excesiva sobre un problema que impide buscar una solución para el mismo. La infodemia se alimenta de la distribución de información falsa, sin corroborar y proveniente de fuentes no oficiales. Así, colabora directamente en el aumento del miedo y la confusión en la sociedad. De la mano con la infodemia, asistimos a un marcado proceso de espectacularización de la pandemia: algunos medios de comunicación aplican la lógica de la primicia y la alarma para comunicar un tema que debería ser tratado con suma responsabilidad social.
En este contexto, la información es un recurso muy valioso que tanto los medios de comunicación como los y las ciudadanas debemos saber moderar. Si bien actualmente podemos acceder a todo tipo de información del mundo entero en tiempo real, esto no quiere decir que tengamos que estar expuestos/as a ella de manera constante, ya que podemos caer en manos de los datos falsos. La invasión de noticias poco confiables, maliciosas o fraudulentas aumentan el pánico, alimentan la angustia y promueven conductas incorrectas.
¿Cómo saber si la información a la que accedemos es confiable? En primer lugar, debemos leer la noticia entera y no sólo el título. Luego, investigar de dónde vino (puede ser buscando en Google el título de la nota y fijándonos quién la escribió) y cuándo fue publicada. Si tiene alguna imagen, lo mejor es buscarla en www.images.google.com. Por último, es recomendable no reenviar los audios y buscar por escrito la información que contienen. Además, está disponible Confiar, una iniciativa de la Secretaría de Medios y Comunicación Pública desarrollada por la Agencia Nacional de Noticias Télam. Allí se puede corroborar la información con un Verdadero/Falso, acceder a una guía para identificar noticias falsas y a una Caja de Herramientas con recursos para actuar frente a ellas. Si todos y todas nos tomamos el tiempo de realizar estos pequeños pasos antes de reenviar aquello que recibimos, vamos a estar ayudando a disminuir la diseminación de información falsa.
Ante la pandemia, no debemos olvidar el importante rol que cumplen los medios de comunicación, ya que la lucha contra los rumores y las fake news es una parte muy importante de la batalla contra el virus. En este sentido, el experto en comunicación Omar Rincón, afirmó en una entrevista con Página/12 que “el virus vive feliz en los medios” y que estos “tienen que recordar que menos es más: que este virus no es un partido de fútbol, que cada enfermo no es un gol, que cada decisión de los gobiernos no es un cántico de barra brava; menos es más, pero un menos con conciencia social y un más con responsabilidad democrática”. En este punto, quiero destacar la importante labor que desde el Grupo Octubre y los medios de comunicación que nuclea se está llevando adelante. Tanto el diálogo con Rincón como la difusión del trabajo que se realiza desde el Conicet para identificar fake news por parte de Página/12, y la entrevista al Licenciado en Comunicación, Ezequiel Rivero, desde AM750 son muestras de la responsabilidad, seriedad y cautela con las que se está tratando el tema.
En situaciones tan sensibles como la que estamos atravesando, la presentación de datos corroborados, opiniones especializadas y recomendaciones de fuentes oficiales hacen la diferencia en el día a día de las personas. Tomemos esta oportunidad para reflexionar en torno al rol de los medios de comunicación, su indudable responsabilidad en el tratamiento de la información y la importancia de no caer en la espectacularización de la pandemia. El show del coronavirus no debe continuar.
Aprendizaje digital: el presente y futuro de la educación
Las maneras de aprender y enseñar avanzan a medida que se desarrollan nuevas tecnologías. En todo el mundo, la educación virtual está en auge porque, entre otras ventajas, nos permite estudiar desde donde estemos. Actualmente la conectividad llega a cada vez más lugares, transformando la realidad de las personas y aumentando sus posibilidades de acceso a la educación. En este sentido, la Ciudad y la provincia de Buenos Aires en conjunto tienen un nivel de conectividad muy alto: a fines del segundo trimestre de 2019, el INDEC informaba que existían en total 18.890.000 accesos a internet, contando teléfonos celulares y computadoras. Esto quiere decir que hay cerca de 1,08 dispositivos por persona. Con un número tan elevado de conexiones a la web, es el terreno ideal para desarrollar la educación mediante plataformas virtuales.
Los beneficios de utilizar medios digitales de aprendizaje son múltiples: hacerlo desde la comodidad del hogar, en los horarios en que cada uno/a considere cómodos, de manera complementaria al trabajo cotidiano fuera del hogar y a las tareas domésticas. A propósito de este último aspecto, es clave remarcar que la educación a distancia puede ser más inclusiva en términos de género ya que permite conciliar las labores del hogar (tradicionalmente asignadas a la población femenina) con el estudio. De hecho, en las mayores instituciones formativas a distancia a nivel global, el alumnado está compuesto mayormente por mujeres. A esto se le suma la enorme ventaja de potenciar las competencias digitales de las personas, es decir, poder gestionar información en línea, comunicarse digitalmente y resolver problemas mediante la tecnología.
En un contexto como el actual, en donde quedarnos en casa es la mejor manera de cuidarnos y cuidar a toda la sociedad, las plataformas virtuales de enseñanza son las protagonistas. Por eso, desde SUTERH reafirmamos nuestro compromiso con las alternativas digitales de formación mediante el Centro de Innovación Virtual para la Educación y el Trabajo (CIVET). El CIVET es una iniciativa que desde 2019 brinda la posibilidad a los encargados/as de edificios y al público en general de realizar cursos de formación virtual basados en la resolución de problemas, el pensamiento crítico y el uso de la tecnología. Actualmente, la propuesta académica gira en torno a Seguridad e Higiene en el trabajo en edificios, Social Media y Branding. En el futuro, incorporaremos cursos de diferentes áreas: habilidades socio emocionales, seguridad y medioambiente, alfabetización digital, comunicación, imagen y sonido, entre otras. El objetivo que queremos cumplir mediante esta plataforma es que los trabajadores y trabajadoras no pierdan la oportunidad de seguir formándose bajo cualquier circunstancia.
En SUTERH tenemos una visión integral de los derechos laborales: estamos profundamente convencidos de que, como sindicato, nuestro rol también pasa por brindar a los afiliados/as y a la comunidad toda la posibilidad de estar en continua formación. Creemos que la educación es la ventana hacia la adquisición de nuevas habilidades y el crecimiento profesional y personal. Fomentamos el aprendizaje en todas sus formas, incluida la virtual, porque estamos seguros/as de que debe ser un pilar constitutivo de la actividad sindical.
Coronavirus: Latinoamérica y sus respuestas
Ante la pandemia del coronavirus, cada país ha seguido sus propias reglas para intentar contener el número de contagios. Todos ellos han puesto la prioridad en distintos aspectos y tomado medidas a diferentes ritmos. A partir de esto, ya se observa que las consecuencias de la pandemia en las realidades nacionales son dispares.
Brasil se encuentra a la cabeza de la región con la mayor cantidad de casos. Desde el Gobierno nacional se ha minimizado la situación: en un principio se negó la gravedad de la pandemia y se decidió priorizar la continuidad de la actividad económica con normalidad por sobre la salud de los brasileños y brasileñas. Recién el pasado 20 de marzo, el Senado declaró al país en estado de calamidad pública y los Gobiernos locales comenzaron a recomendar a la población quedarse en sus hogares. Hasta ahora, la cuarentena obligatoria no está declarada a nivel nacional y sólo los adultos/as mayores deben cumplir con ella. Mientras tanto, desde la Presidencia se alienta a los trabajadores/as a que salgan a las calles a realizar sus tareas. ¿El resultado? Más de 14.000 casos confirmados, y contando.
Chile, por su parte, aún no ha decretado la cuarentena obligatoria a nivel nacional. Sí se ha avanzado en el establecimiento del toque de queda en todo el territorio desde las 10 de la noche hasta las 5 de la mañana. A pesar de que se están tomando medidas de cuidado sanitario en transporte y espacios públicos, la cantidad de casos confirmados está en aumento y ya supera los 5.000. La curva de contagios en ese país se ha acelerado en los últimos días.
Argentina decretó el estado de emergencia sanitaria poco tiempo después de haber detectado el primer caso, constituyéndose así en el primer país de toda América Latina en establecer el aislamiento social, preventivo y obligatorio para toda la población. Para hacer frente al desgaste económico que esto siginfica, se han lanzado medidas sociales y económicas que buscan ayudar a quienes más lo necesitan y mantener en pie a los sectores más golpeados. En nuestro país, la cantidad de infectados se encuentra alrededor de los 1.700 -menos de la mitad que en Brasil o en Chile-. Esto se debe, fundamentalmente, a dos decisiones que se tomaron tempranamente: el cierre de fronteras y el aislamiento obligatorio. La primera contuvo la cantidad de casos importados. La segunda, ralentizó los contagios en el territorio nacional. En cuanto a los argentinos y argentinas en el exterior, se otorgaron ayudas tanto a quienes estaban realizando turismo como a quienes estaban residiendo en el extranjero y se quedaron sin trabajo o perdieron su hogar. En el ámbito comercial, se suprimieron los aranceles de importación a una serie de artículos sanitarios y médicos necesarios para combatir la pandemia.
En el contexto actual, el trabajo mancomunado también cobra especial relevancia en el ámbito de la integración regional. En este sentido, desde el Bloque del Partido Justicialista-Frente para la Victoria y a través de la Presidencia del Parlasur hemos promovido reuniones entre los ministros de salud de los países del bloque, llamamos a incentivar la cooperación fronteriza y asumimos el compromiso de realizar las gestiones necesarias ante la Organización Mundial de la Salud para que los países de la región estén contemplados en la asignación y distribución de los recursos internacionales para enfrentar la pandemia. Sumado a esto, desde el Mercosur se aprobó un fondo de emergencia de US$16 millones para combatir al COVID-19. En nuestro país, esto permitió la adquisición de 45 mil tests para la detección del coronavirus que se suman a los recursos nacionales destinados a tal fin.
La crisis del coronavirus obliga al mundo y a nuestra región a reflexionar sobre el paradigma desde el cual concebimos la vida en sociedad. Nos enseña que la solidaridad, el rol del Estado y el trabajo coordinado de todos los sectores deben ser los pilares fundamentales para pensar el desarrollo de las comunidades. Concebir al otro no desde el individualismo sino desde el cuidado colectivo. Desde el Estado, más que nunca se debe seguir revalorizando el nosotros y la protección de quienes están atravesando esta crisis con mayores desventajas. La salida de esta pandemia es colectiva: cuidándonos entre todos y todas.
Los sindicatos y la responsabilidad social
La idea de responsabilidad social está presente en el mundo del trabajo desde hace ya algunas décadas. Principalmente, refiere a las acciones que llevan adelante las empresas teniendo en cuenta su responsabilidad hacia todos los grupos a los que concierne su acción. Es un concepto por el cual, de manera voluntaria, las empresas incorporan cuestiones sociales y medioambientales a su accionar. En términos generales, existe la nueva tendencia por parte de las organizaciones a salir de sí mismas para realizar trabajo social y tareas de ayuda para poblaciones que están más allá de sus beneficiarios directos.
Nuestro rol como sindicato, en este contexto, es participar activamente en la instalación de una verdadera cultura de la responsabilidad social como un comportamiento sistemático en todas las organizaciones. Los sindicatos, además de generar lazos de solidaridad entre los miembros/as de un mismo gremio, debemos diversificar nuestras tareas en beneficio de nuestra comunidad.
Con el objetivo de asumir actitudes responsables para con la sociedad en general, desde el SUTERH llevamos adelante distintos proyectos. En primer lugar, SUTERH Solidario, que es una iniciativa mediante la cual trabajadores y trabajadoras de edificios vuelcan sus esfuerzos en la organización de comedores comunitarios. Hasta el momento funcionan en Flores, Mataderos y Palermo. Además, desde la Red Vivir sin Violencia realizamos Encuentros de Tejido Solidario, en el que mujeres crean mantas que luego son donadas a niños y niñas carenciados/as. Por último, durante los meses del invierno organizamos colectas de ropa de abrigo, frazadas, pañales, toallas higiénicas y tampones para ayudar a las personas con menos recursos durante las épocas más frías del año.
Como sindicato y férreos defensores de la justicia social, sostenemos la idea de que en nuestro accionar no debemos limitarnos a los afiliados y afiliadas. También consideramos que es parte de nuestro trabajo ampliar las actividades para beneficiar a toda la comunidad, especialmente a quienes más lo necesitan.
Mediante estas iniciativas construimos una mirada sobre la responsabilidad social que tiene como valor central la solidaridad. Entendemos que este debe ser el eje para la construcción de una sociedad más justa y equitativa. En momentos delicados como el que estamos atravesando todos/as ahora, es fundamental recuperar la solidaridad como motor de nuestras actividades. Es primordial priorizar el bien común para cuidarnos entre todos.
COVID-19 en perspectiva de género
La pandemia del coronavirus nos pone a reflexionar. El aislamiento social, preventivo y obligatorio nos recluye en nuestros hogares en donde compartimos las 24hs del día con nuestras familias. Las tareas que durante mucho tiempo se han dado por sentadas, se vuelven más visibles e indispensables que nunca. Esas tareas son realizadas mayormente por mujeres: amas de casa, enfermeras, docentes, trabajadoras del hogar y cuidadoras. Por lo tanto, al hablar sobre los efectos del COVID-19 no podemos ignorar las consecuencias relacionadas a los roles de género.
En América Latina y el Caribe, más del 80% del personal de enfermería son mujeres. Esto no es una coincidencia: las tareas de cuidado, como extensión de la tradicional división de tareas al interior del hogar, están reservadas mayormente para las mujeres. En un contexto como el actual, ellas son quienes están más expuestas al virus que tiene en vilo a todo el mundo.
Además, el aislamiento afecta su estabilidad laboral. En la región, el 40% de ellas trabajan en las actividades que más se contraen durante la cuarentena: comercios, restaurantes, hoteles y trabajo doméstico. La mayoría de estos trabajos no pueden realizarse de manera virtual, mediante teletrabajo. Sumado a esto, son áreas en donde el trabajo informal es moneda corriente y por ende no tienen asegurado un ingreso si no realizan sus tareas de manera efectiva. Con el aislamiento obligatorio, el salario de muchas de las trabajadoras del hogar se ha visto en peligro, a pesar de la clara disposición oficial de que deben recibir su paga igualmente. Teniendo en cuenta que el próximo 3 de abril es el Día de las Trabajadoras Domésticas, sería importante reflexionar sobre la importancia de que tengan garantizados sus derechos laborales.
Al interior de los hogares, el aislamiento obligatorio pone sobre la mesa las desigualdades ya existentes. En América Latina, el 73% de las mujeres realizan las tareas del hogar mientras sólo el 27% de los varones hace lo propio. En nuestro país, el 71% de las mujeres son quienes llevan adelante el trabajo no remunerado en las casas. Por ende, si los niños y niñas están sin clases y la familia completa está todo el día en casa, la mujer es quien normalmente se hará cargo de las tareas de limpieza, alimentación, cuidado y educación.
A esta situación se suma la problemática de la violencia de género. Con la obligación de permanecer al interior de los hogares, muchas mujeres pueden verse en la situación de estar aisladas junto con su maltratador. En este punto se vuelven imprescindibles las redes de atención y contención. Desde SUTERH, mediante la Red Vivir sin Violencia brindamos acompañamiento telefónico a mujeres, niños y niñas víctimas de violencia de género. El teléfono es 53546652 y se puede llamar de lunes a viernes, de 10 a 17hs.
Tener todos estos elementos en perspectiva es fundamental para poder ver los efectos que el coronavirus tiene en su totalidad sobre la población. Esto, por un lado, permite tomar las medidas precisas para paliar la situación y hacer frente de la mejor manera a la crisis sanitaria y económica que esta pandemia conlleva. Por el otro, es un puntapié para dejar de naturalizar nuestra vida cotidiana y nivelar la balanza de las tareas que realizamos varones y mujeres. Durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio, todos y todas podemos ayudar a terminar con la desigualdad de género.
Cómo cuidarnos en nuestro lugar de trabajo
Hace días que el coronavirus COVID-19 está en boca de todos/as. Los coronavirus son una amplia familia de virus que pueden causar diversas afecciones, desde un resfrío hasta enfermedades más graves, como ocurre con el COVID-19. Esas infecciones suelen causar fiebre y síntomas respiratorios como tos y dificultad para respirar. De acuerdo a la OMS, los/as adultos mayores de 60 años y personas con enfermedades preexistentes (hipertensión arterial, enfermedades cardíacas, pulmonares, o diabetes) son quienes tienen más posibilidades de desarrollar cuadros graves.
A nuestro país, el COVID-19 arribó el 3 de marzo. Desde entonces, el Gobierno ha adoptado un paquete de medidas sociales y económicas para paliar el avance del virus. Entre ellas se encuentran la suspensión de las clases por 14 días, el cierre de las fronteras, cuarentena obligatoria para quienes regresaron de países de riesgo, licencia con goce de sueldo para mayores de 60 años, embarazadas y personas con condiciones de riesgo y el distanciamiento social.
En este difícil contexto, a los encargados y encargadas de edificios nos toca una parte muy importante: somos quienes se ponen al hombro el cuidado del lugar en donde viven muchas personas que pasarán sus días en casa. Por lo tanto, no sólo debemos velar por su funcionamiento integral, sino también por su pulcritud. Muchas veces, seremos quienes demos aviso a las autoridades en caso de que alguien no cumpla con la cuarentena obligatoria, al estar en permanente contacto con quienes entran y salen del edificio. Sin lugar a dudas, nuestro rol no será fácil y es de vital importancia.
Desde SUTERH-OSPERYH venimos trabajando en la prevención de esta y otras enfermedades respiratorias desde el momento cero. Intentamos hacerles llegar las formas de prevenir la expansión de esta afección tanto en nuestros hogares como en los lugares de trabajo.
A nivel personal, debemos ser muy precavidos/as con nuestra higiene. Procuremos lavarnos las manos con frecuencia usando agua y jabón, y llevar alcohol en gel con nosotros/as. También evitemos saludarnos con un beso o la mano. Siempre tosamos/estornudemos en el pliegue del codo, mantengamos ventilados los ambientes y no nos toquemos la cara con las manos.
En lo que respecta al cuidado integral de los edificios, recomendamos cumplir con las siguientes medidas de precaución: realizar las tareas de limpieza siempre con guantes; limpiar manijas, picaportes, pisos y otras superficies con agua (10 partes) y lavandina (1 parte); lavar con frecuencia la ropa de trabajo y mantener una distancia mínima de 2 metros con otra personas.
La premisa central en esta delicada situación es pensar en todos nosotros como comunidad. Si cada uno/a realiza un pequeño aporte desde su lugar, maximizando la higiene y manteniéndose en su hogar en la medida en que sea posible, contribuiremos al cuidado general de la sociedad. Como trabajadores y trabajadoras de edificios tenemos que estar al tanto de los principales cuidados para protegernos a nosotros y a quienes habitan los edificios.
Radiografía del mundo del trabajo en la región
En los últimos años, Latinoamérica ha sido testigo de una serie de cambios políticos, sociales, culturales y económicos. En este marco, el mundo del trabajo no ha sido la excepción. Analicemos brevemente cómo ha evolucionado:
De acuerdo a la CEPAL, hacia el año 2018, en 10 países latinoamericanos la desocupación creció más del 0,1%: Argentina, Chile, Colombia, Uruguay, Nicaragua y Paraguay, entre otros. ¿Y cómo se explica que haya nuevos trabajadores/as? El ligero aumento del número de ocupados/as que se produjo en toda Latinoamérica fue propiciado en un 49% por la expansión del trabajo denominado “por cuenta propia”, mientras que la generación de empleo asalariado aportó sólo un 37%. Esto nos indica que Latinoamérica se ha dirigido hacia la flexibilización laboral: trabajadores y trabajadoras que son contratados de manera “autónoma”, cuando en realidad son empleados/as cuyos derechos laborales, tradicionalmente entendidos, no se encuentran en el centro de la escena.
En sintonía con esto, el aumento de los salarios reales se desaceleró notablemente, llegando a ser la tasa de crecimiento más baja de la década. Entre los países más grandes de la región destacó el estancamiento de los salarios reales del empleo formal en Brasil (-0,2%) y la marcada contracción en Argentina (-5,7%). Por añadidura, continúa replicándose la brecha de género en el mundo del trabajo: por cada hora trabajada, las mujeres reciben ingresos laborales que son en promedio 17% inferiores a los de los varones con la misma edad, educación, presencia de niños/as en sus hogares y tipo de trabajo.
Por todas estas circunstancias, cobra una especial relevancia una integración regional enfocada hacia la búsqueda de más generación de empleo de calidad y mayor desarrollo. En la misma línea, desde SUTERH estamos seguros/as de que, como defensores de los derechos de los trabajadores y trabajadoras, debemos articular nuestra mirada con la de los demás representantes sindicales de la región en pos de mejorar las condiciones de vida de todos y todas. Por eso, en el último Encuentro Internacional de Representantes Sindicales, intercambiamos perspectivas sobre las distintas problemáticas que aquejan a los trabajadores/as en el subcontinente y cómo la confluencia de nuestras opiniones puede ayudar a generar mejores condiciones laborales para todos los latinoamericanos/as.