COVID-19 en perspectiva de género

La pandemia del coronavirus nos pone a reflexionar. El aislamiento social, preventivo y obligatorio nos recluye en nuestros hogares en donde compartimos las 24hs del día con nuestras familias. Las tareas que durante mucho tiempo se han dado por sentadas, se vuelven más visibles e indispensables que nunca. Esas tareas son realizadas mayormente por mujeres: amas de casa, enfermeras, docentes, trabajadoras del hogar y cuidadoras. Por lo tanto, al hablar sobre los efectos del COVID-19 no podemos ignorar las consecuencias relacionadas a los roles de género.

En América Latina y el Caribe, más del 80% del personal de enfermería son mujeres. Esto no es una coincidencia: las tareas de cuidado, como extensión de la tradicional división de tareas al interior del hogar, están reservadas mayormente para las mujeres. En un contexto como el actual, ellas son quienes están más expuestas al virus que tiene en vilo a todo el mundo.

Además, el aislamiento afecta su estabilidad laboral. En la región, el 40% de ellas trabajan en las actividades que más se contraen durante la cuarentena: comercios, restaurantes, hoteles y trabajo doméstico. La mayoría de estos trabajos no pueden realizarse de manera virtual, mediante teletrabajo. Sumado a esto, son áreas en donde el trabajo informal es moneda corriente y por ende no tienen asegurado un ingreso si no realizan sus tareas de manera efectiva. Con el aislamiento obligatorio, el salario de muchas de las trabajadoras del hogar se ha visto en peligro, a pesar de la clara disposición oficial de que deben recibir su paga igualmente. Teniendo en cuenta que el próximo 3 de abril es el Día de las Trabajadoras Domésticas, sería importante reflexionar sobre la importancia de que tengan garantizados sus derechos laborales.

Al interior de los hogares, el aislamiento obligatorio pone sobre la mesa las desigualdades ya existentes. En América Latina, el 73% de las mujeres realizan las tareas del hogar mientras sólo el 27% de los varones hace lo propio. En nuestro país, el 71% de las mujeres son quienes llevan adelante el trabajo no remunerado en las casas. Por ende, si los niños y niñas están sin clases y la familia completa está todo el día en casa, la mujer es quien normalmente se hará cargo de las tareas de limpieza, alimentación, cuidado y educación

A esta situación se suma la problemática de la violencia de género. Con la obligación de permanecer al interior de los hogares, muchas mujeres pueden verse en la situación de estar aisladas junto con su maltratador. En este punto se vuelven imprescindibles las redes de atención y contención. Desde SUTERH, mediante la Red Vivir sin Violencia brindamos acompañamiento telefónico a mujeres, niños y niñas víctimas de violencia de género. El teléfono es 53546652 y se puede llamar de lunes a viernes, de 10 a 17hs.

Tener todos estos elementos en perspectiva es fundamental para poder ver los efectos que el coronavirus tiene en su totalidad sobre la población. Esto, por un lado, permite tomar las medidas precisas para paliar la situación y hacer frente de la mejor manera a la crisis sanitaria y económica que esta pandemia conlleva. Por el otro, es un puntapié para dejar de naturalizar nuestra vida cotidiana y nivelar la balanza de las tareas que realizamos varones y mujeres. Durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio, todos y todas podemos ayudar a terminar con la desigualdad de género.

Cómo cuidarnos en nuestro lugar de trabajo

Hace días que el coronavirus COVID-19 está en boca de todos/as. Los coronavirus son una amplia familia de virus que pueden causar diversas afecciones, desde un resfrío hasta enfermedades más graves, como ocurre con el COVID-19. Esas infecciones suelen causar fiebre y síntomas respiratorios como tos y dificultad para respirar. De acuerdo a la OMS, los/as adultos mayores de 60 años y personas con enfermedades preexistentes (hipertensión arterial, enfermedades cardíacas, pulmonares, o diabetes) son quienes tienen más posibilidades de desarrollar cuadros graves.

A nuestro país, el COVID-19 arribó el 3 de marzo. Desde entonces, el Gobierno ha adoptado un paquete de medidas sociales y económicas para paliar el avance del virus. Entre ellas se encuentran la suspensión de las clases por 14 días, el cierre de las fronteras, cuarentena obligatoria para quienes regresaron de países de riesgo, licencia con goce de sueldo para mayores de 60 años, embarazadas y personas con condiciones de riesgo y el distanciamiento social.

En este difícil contexto, a los encargados y encargadas de edificios nos toca una parte muy importante: somos quienes se ponen al hombro el cuidado del lugar en donde viven muchas personas que pasarán sus días en casa. Por lo tanto, no sólo debemos velar por su funcionamiento integral, sino también por su pulcritud. Muchas veces, seremos quienes demos aviso a las autoridades en caso de que alguien no cumpla con la cuarentena obligatoria, al estar en permanente contacto con quienes entran y salen del edificio. Sin lugar a dudas, nuestro rol no será fácil y es de vital importancia.

Desde SUTERH-OSPERYH venimos trabajando en la prevención de esta y otras enfermedades respiratorias desde el momento cero. Intentamos hacerles llegar las formas de prevenir la expansión de esta afección tanto en nuestros hogares como en los lugares de trabajo.

A nivel personal, debemos ser muy precavidos/as con nuestra higiene. Procuremos lavarnos las manos con frecuencia usando agua y jabón, y llevar alcohol en gel con nosotros/as. También evitemos saludarnos con un beso o la mano. Siempre tosamos/estornudemos en el pliegue del codo, mantengamos ventilados los ambientes y no nos toquemos la cara con las manos.

En lo que respecta al cuidado integral de los edificios, recomendamos cumplir con las siguientes medidas de precaución: realizar las tareas de limpieza siempre con guantes; limpiar manijas, picaportes, pisos y otras superficies con agua (10 partes) y lavandina (1 parte); lavar con frecuencia la ropa de trabajo y mantener una distancia mínima de 2 metros con otra personas.

La premisa central en esta delicada situación es pensar en todos nosotros como comunidad. Si cada uno/a realiza un pequeño aporte desde su lugar, maximizando la higiene y manteniéndose en su hogar en la medida en que sea posible, contribuiremos al cuidado general de la sociedad. Como trabajadores y trabajadoras de edificios tenemos que estar al tanto de los principales cuidados para protegernos a nosotros y a quienes habitan los edificios.

Radiografía del mundo del trabajo en la región

En los últimos años, Latinoamérica ha sido testigo de una serie de cambios políticos, sociales, culturales y económicos. En este marco, el mundo del trabajo no ha sido la excepción. Analicemos brevemente cómo ha evolucionado:

De acuerdo a la CEPAL, hacia el año 2018, en 10 países latinoamericanos la desocupación creció más del 0,1%: Argentina, Chile, Colombia, Uruguay, Nicaragua y Paraguay, entre otros. ¿Y cómo se explica que haya nuevos trabajadores/as? El ligero aumento del número de ocupados/as que se produjo en toda Latinoamérica fue propiciado en un 49% por la expansión del trabajo denominado “por cuenta propia”, mientras que la generación de empleo asalariado aportó sólo un 37%. Esto nos indica que Latinoamérica se ha dirigido hacia la flexibilización laboral: trabajadores y trabajadoras que son contratados de manera “autónoma”, cuando en realidad son empleados/as cuyos derechos laborales, tradicionalmente entendidos, no se encuentran en el centro de la escena.

En sintonía con esto, el aumento de los salarios reales se desaceleró notablemente, llegando a ser la tasa de crecimiento más baja de la década. Entre los países más grandes de la región destacó el estancamiento de los salarios reales del empleo formal en Brasil (-0,2%) y la marcada contracción en Argentina (-5,7%). Por añadidura, continúa replicándose la brecha de género en el mundo del trabajo: por cada hora trabajada, las mujeres reciben ingresos laborales que son en promedio 17% inferiores a los de los varones con la misma edad, educación, presencia de niños/as en sus hogares y tipo de trabajo.

Por todas estas circunstancias, cobra una especial relevancia una integración regional enfocada hacia la búsqueda de más generación de empleo de calidad y mayor desarrollo. En la misma línea, desde SUTERH estamos seguros/as de que, como defensores de los derechos de los trabajadores y trabajadoras, debemos articular nuestra mirada con la de los demás representantes sindicales de la región en pos de mejorar las condiciones de vida de todos y todas. Por eso, en el último Encuentro Internacional de Representantes Sindicales, intercambiamos perspectivas sobre las distintas problemáticas que aquejan a los trabajadores/as en el subcontinente y cómo la confluencia de nuestras opiniones puede ayudar a generar mejores condiciones laborales para todos los latinoamericanos/as.

La capacitación laboral: una necesidad en aumento

El mundo laboral del siglo XXI cambia a pasos agigantados con respecto a épocas anteriores, asociado a la transformación económica, social y tecnológica de nuestros tiempos. Este escenario obliga a las organizaciones y a los y las trabajadores a estar en un proceso constante de aprendizaje. Hoy en día, las grandes empresas son las que tienen mayores facilidades para proveer la capacitación permanente. El desafío está en lograr que pequeñas y medianas empresas, así como otras organizaciones de la sociedad civil, también puedan lograrlo eficazmente.

Este tipo de formaciones ayudan al desarrollo de los y las trabajadores a nivel tanto profesional como personal. Este tipo de capacitaciones pueden incluir diversas disciplinas y campos de estudio que pueden tener que ver -o no- directamente con las tareas de los y las profesionales. Las capacitaciones sobre diversidad, creatividad, narración de historias, manualidades y jardinería, entre otros, ayudan a estimular las habilidades blandas y mejorar el desempeño en general

Múltiples son los beneficios que representan la capacitación constante para las organizaciones y aquellos que se encuentren empleados por ellas: 

  • En el plano profesional, mantiene a los y las empleados/as al corriente de las innovaciones técnicas que surgen en el mundo laboral, y les da herramientas para ascender en su carrera. A su vez, ayuda a sortear las distintas brechas de formación que aún hoy en día existen en nuestra región.
  • Desde el plano grupal, genera un mejor clima de trabajo al ayudar a las personas empleadas a forjar una mayor relación entre ellas. También propicia un ambiente de colaboración, flexibilidad y resolución de problemas ante los cambios que pueden ir surgiendo. 
  • Desde un plano individual, favorece la motivación, el crecimiento y las expectativas personales que experimentan los y las empleadas al descubrir nuevos horizontes.

En este sentido, muchas empresas, sindicatos y organizaciones están actualizando sus ofertas de cursos para incentivar la capacitación. Desde SUTERH se propicia la capacitación continua a través de las carreras universitarias, cursos y talleres de la UMET, las carreras terciarias y tecnicaturas del  ISO, y los cursos y capacitaciones del Centro de Formación Profesional N˚28, Ministro José María Freire. Las inscripciones se encuentran abiertas en estas instituciones para todos y todas aquellos/as que deseen anotarse para el ciclo lectivo 2020.

El mundo sindical no debe quedarse atrás frente a las nuevas necesidades y tendencias del mundo del trabajo. 

La innovación es lo que nos permitirá defender más y mejor los derechos de todos/as

Violencia laboral: una realidad que nos toca de cerca

El trabajo debería constituirse como un espacio de nuestra vida en donde podamos sentirnos realizados/as y a gusto con lo que hacemos. No obstante, muchas veces nos encontramos con que genera mucho estrés, nos sentimos aislados/as, disminuidos/as como personas e incluso llegamos al punto de la depresión. Generalmente, estos son indicios de que nos encontramos en una situación de violencia laboral.

¿Cómo identificarla? La Organización Internacional del Trabajo entiende la violencia y el acoso laboral como ciertos comportamientos o amenazas de comportamientos que busquen causar daño físico, psicológico, sexual o económico dentro del ámbito de trabajo. Incluye, también, actos de violencia o acoso por razones de género.

A la hora de analizar las consecuencias de estos comportamientos violentos no debemos limitarnos al entorno laboral, ya que repercuten en todos los ámbitos de nuestras vidas, especialmente en la salud: en lo psicológico, 8 de cada 10 trabajadores/as que la padecen afirman sufrir angustia, depresión, baja autoestima, ataques de pánico, pesadillas, olvidos y desorientación. En el plano físico, 4 de cada 10 padecen contracturas musculares, gastritis y mareos, entre otras afecciones.

Este panorama nos llevó a que, desde SUTERH, la violencia laboral sea una de nuestras principales preocupaciones. En la atención que brindamos, combinamos asesoramiento gremial con perspectiva de género. ¿Por qué? Porque el 60% de las personas que consultan por situaciones de violencia laboral son mujeres, al haber estado vedadas del mundo del trabajo durante muchos años.

Por eso, si sos trabajador o trabajadora de edificios y sentís que estás atravesando por una situación de acoso laboral, te invito a que te acerques a nuestra Secretaría Gremial (Sarmiento 2040, 4° piso) para que nuestros compañeros/as puedan asesorarte al respecto. De igual manera, si sos mujer y crees que la violencia también se vincula a motivos de género, podés ponerte en contacto con la Red Vivir sin Violencia llamando al 5354 – 6652, de lunes a viernes de 10 a 17hs.

Como sindicato y férreos defensores de los derechos de los trabajadores y trabajadoras, nos esforzamos constantemente por lograr que los encargados/as de edificios encuentren en su ámbito laboral un espacio de disfrute y realización.

El trabajo en red como pilar para salir de la violencia

La violencia de género es una problemática que en el último tiempo ha tomado notorio protagonismo. No porque antes no existiera, sino porque cada vez más mujeres se animan a levantar su voz y expresar lo que sienten frente a ella.

De acuerdo a la ONU Mujeres, 1 de cada 3 mujeres en el mundo ha sufrido violencia física o sexual por parte de sus parejas o ex parejas. Pero esta estadística no refleja todas las violencias que se dirigen a las mujeres. Gabriela Guebel, coordinadora general de la Red Vivir sin Violencia de nuestro sindicato, afirma con seguridad “A esta a estadística habría que agregar que el 100% de las mujeres sufrimos la violencia simbólica, la que está en la cultura en la que vivimos, que nos desvaloriza, así como a lo femenino en general, haciendo lugar a las violencias más directas”. Sin lugar a dudas, ella y Patricia Paggi, coordinadora técnica del mismo espacio, poseen una experiencia y formación notables que respaldan sus dichos.

Al interior de SUTERH, en el año 2013 varias profesionales dieron forma al proyecto pionero que hasta la actualidad ha recibido a cientos de mujeres (cerca de 120 situaciones de violencia anuales) y ha trabajado para superar esas violencias de manera continuada: la Red Vivir sin Violencia. Este dispositivo tiene como norte la atención integral de las mujeres y niños/as víctimas de violencia. “Siempre nos paramos desde la lógica de la Red”, afirma Patricia, “no del servicio”. Una red de trabajo consiste en entrelazar esfuerzos de profesionales de distintas disciplinas y de todas las organizaciones responsables: “Nuestro equipo cuenta con un psicólogo, una psicóloga, tres trabajadoras sociales, también colaboran en las actividades una socióloga, comunicadora, una abogada y una operadora telefónica entrenada en el reconocimiento de la violencia”, describe Gabriela. Como afirma Patricia, la dinámica de trabajo consiste en un acompañamiento en donde “sacamos dudas, valoramos la gravedad y la urgencia de la situación, evaluamos con la mujer si ese es su  momento o no para hacer una denuncia judicial”. En sucesivos encuentros reflexionamos junto a ella y la acompañamos para que se fortalezca e identifique con mayor claridad sus posibilidades y fortalezas. Salir de la violencia no es sólo poder denunciar, por eso seguimos sosteniendo el acompañamiento aún cuando la mujer no se siente en condiciones de hacerlo. Si lo decide y lo hace, seguramente tendrá una cantidad de conocimientos y de recursos personales más sólidos para continuar el duro camino hacia la autonomía para afrontar lo que sigue, porque es sólo un comienzo. Esas son las claves del trabajo en red: el sostén profesional, el acompañamiento emocional y el asesoramiento técnico y legal.

Otra de las labores de la red consiste en organizar dispositivos grupales, talleres y espacios de formación, en donde lo que se busca es “cuestionar mitos, revisar la cultura y sus inequidades, la tutela, al amor romántico, la naturalización de la abnegación femenina, todo lo que nos dijeron que era para nosotras” intentando desmontar en conjunto y con el aporte de las experiencias de todas, prejuicios y mitos sostenidos por el patriarcado”, en palabras de Patricia. Es imprescindible derribar los cimientos del sistema patriarcal hasta llegar a entender los tipos de violencia posibles que sufren las mujeres tan sólo por el hecho de serlo: psicológica, física, económica, ambiental y sexual; no solo en las relaciones interpersonales, o en la familia, sino también en el ámbito laboral, en las instituciones, en el mundo de lo público. De acuerdo a Gabriela, la violencia sexual es generalmente la más difícil de comunicar en las entrevistas, ya que toca lo más profundo de la intimidad de una mujer. Al tener un tenor tan íntimo, es un tema que cuesta sacar a la luz pero que por esa misma razón requiere del mayor cuidado y respeto para que no siga ocurriendo, porque daña de manera integral a la mujer.

La violencia sexual impacta sobre niños y niñas tanto como sobre mujeres en cualquier contexto o entorno, puede ser un ataque sexual por parte de un desconocido o la violencia sexual intrafamiliar. Esta última forma, cuando es  intramarital, resulta difícil de identificar por parte de las mujeres, está naturalizada. Se vincula directamente con la vieja noción del débito conyugal: construcción cultural que asignó a las mujeres la obligación de satisfacción sexual de sus parejas, aun a costa de su propio deseo o placer. Terminar con estos fantasmas e ideas erróneas que van de la mano con la falsa superioridad y dominio del varón sobre la mujer, es un objetivo prioritario de la Red Vivir sin Violencia, como punto de partida para la salida de la violencia. 

No se puede cambiar lo que no se reconoce como injusto y la naturalización de las relaciones abusivas y violentas sólo deja inermes y soportándolas a sus víctimas. Para cambiar esto se construyó la Red, como un espacio especializado, solidario, amigable y respetuoso, bajo la concepción de los derechos humanos, que permite  reflexionar sobre estas y otras injusticias que producen sufrimiento a las mujeres.

¿Cómo y cuándo comunicarte? Si sentís que estás siendo parte de una situación de violencia, o que tu hijo, hija, hermana, o madre pueden estar pasando por eso, podés llamar por teléfono al 5354 – 6652, de lunes a viernes de 10 a 17hs. La atención es gratuita y totalmente confidencial. La Red es un espacio seguro, en donde un equipo de profesionales va a recibirte para escucharte, creerte y acompañarte en tus decisiones de acuerdo a tus necesidades. Va a respetar tus tiempos y sobre todo, va a respetarte como la única persona que puede decidir sobre su vida. Nuestro rol como organización y como parte de la comunidad, es brindarte las herramientas necesarias para que lo intentes, y también para que el Estado cumpla su rol y asegure una vida libre de violencia para todas y todos.

Fuentes:

La salud: una parte fundamental del bienestar de los trabajadores y trabajadoras

¿A qué nos referimos cuando hablamos de bienestar? Este concepto describe una serie de condiciones físicas y mentales que otorgan satisfacción y tranquilidad. Por lo tanto, podemos afirmar que la salud es un aspecto central del bienestar de las personas y que nos permite desenvolvernos con normalidad en todos los ámbitos de nuestra vida.

En lo que respecta al mundo laboral, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sostiene que la salud de los trabajadores y trabajadoras es un requisito previo esencial a la hora de garantizar los ingresos familiares, la productividad y el desarrollo económico. Por esta razón, promueve el desarrollo de iniciativas, instrumentos y métodos saludables en los entornos laborales para cuidar de la salud de los trabajadores y trabajadoras de manera integral.

En Argentina, el Congreso Nacional sancionó en 1947 los Derechos del Trabajador, que luego fueron incorporados a la Constitución Nacional: derecho al trabajo, a una justa distribución, a la capacitación, a condiciones dignas de trabajo y de vida, a la salud, al bienestar y a la seguridad social, entre otros.

En línea con lo proclamado por la OIT y buscando garantizar los derechos laborales, nuestro sindicato lleva adelante distintas propuestas vinculadas a la salud de los trabajadores/as de edificios. Una de ellas es el Club Calidad de Vida, un programa integral de atención y seguimiento para personas con sobrepeso u obesidad, diabetes, hipertensión arterial o colesterol alto. Allí contamos con áreas vinculadas a la actividad física, nutrición, salud mental, expresión, cocina y desarrollo personal. La manera de ingresar es mediante el/la médico/a de familia, quien determina la necesidad de realizar determinado curso y/o actividad al interior del Club.

La noción de bienestar que mencionamos al principio nos lleva a considerar la salud en un sentido amplio. Es por eso que en SUTERH también desarrollamos el Espacio Preventivo Laboral, un servicio de orientación y asesoramiento para nuestros afiliados y afiliadas con consumos problemáticos de drogas y/u otras sustancias. Está formado por un equipo profesional del servicio de salud mental, una psicóloga supervisora y un equipo de promotores preventores de adicciones capacitados/as por la obra social del sindicato. Se trata de un espacio seguro en donde se garantiza confidencialidad, privacidad y no discriminación.

En SUTERH estamos seriamente convencidos de que parte de nuestra labor es cuidar la salud de los trabajadores y trabajadoras de edificios, tanto en el ámbito laboral como en los demás aspectos de su vida. Así, buscamos aportar al desarrollo integral de ellos/as y sus familias. Por eso, disponemos gran parte de nuestras energías en pos de este importante objetivo.

Las vacaciones, un derecho laboral fundamental

Los beneficios del descanso laboral son indiscutibles: según la Organización Internacional del Trabajo, menos horas de trabajo y más tiempo de esparcimiento redundan no sólo en más productividad y mejores resultados laborales, sino también en mayor salud, bienestar, más tiempo con la familia, y en definitiva, una calidad de vida superior.

En nuestro país, quien impulsó el derecho a las vacaciones pagas fue Juan Domingo Perón en 1945, al frente de la Secretaría de Trabajo y Previsión. El Decreto 1740 generalizaba el derecho a gozar de vacaciones pagas a los trabajadores y trabajadoras en relación de dependencia de todos los sectores. Posteriormente, esto se incorporó a nuestra Constitución Nacional en su artículo 14 bis.

Esta época del año nos lleva a pensar en la importancia de tener un período no laborable, de descanso, en el cual pasemos tiempo con nuestra familia e idealmente podamos disfrutar del aire libre y las temperaturas estivales. Por esta razón, desde SUTERH trabajamos año tras año para brindarles a nuestros afiliados/as las mejores opciones para disfrutar del verano.

Contamos con la Quinta de La Reja, en donde los trabajadores/as de edificios pueden pasar el día en las piletas de natación, compartir un asado e incluso quedarse a pasar algunos días en sus dormitorios. En este campo recreativo y deportivo, de 70 hectáreas, contamos con 4 quinchos, parrillas individuales, un microestadio, 25 dormitorios, 120 parcelas para acampar, confitería, proveeduría, canchas de fútbol, básquet, vóley, paddle, tenis, 3 piletas de natación y cancha de bochas. Para los traslados en colectivo organizados por el sindicato, cada afiliado/a debe comunicarse con su delegado. También, los hijos e hijas de los afiliados/as, de entre 6 y 13 años, pueden asistir a la colonia de vacaciones que funciona durante enero y febrero. 

Además, tenemos un amplio programa de turismo y hermosos hoteles en zonas turísticas de nuestro país: Los Cocos, La Falda, Puerto Iguazú, la Ciudad de Buenos Aires, Mar del Plata, Villa Gesell y Valeria del Mar. Este último, recientemente remodelado y pintado, es la vieja hostería Din Don, donde solía ir Jorge Luis Borges en sus vacaciones. Cuenta con piscina cubierta, spa, grandes espacios al aire libre, WiFi y un bar.

Como sindicato firmemente comprometido en la defensa de los derechos de los trabajadores/as, nos esforzamos constantemente para que todos y todas puedan gozar de ellos de manera plena. Ofrecer opciones al alcance de la mano para disfrutar de las vacaciones es una de las formas que tenemos de hacerlo.

Fútbol femenino: una deuda pendiente

El mundo del fútbol es un reflejo de los procesos sociales: si bien se ha logrado un avance notable, aún quedan cuentas pendientes por saldar en materia de igualdad de género. Si bien la industria futbolística genera más de 500.000 millones de dólares cada año, estos ingresos se distribuyen de manera desigual: el 49% de las jugadoras profesionales no reciben un salario, mientras los jugadores masculinos registran ingresos millonarios. Además, casi el 90% de ellas abandona su carrera antes de los 25 años a causa de los muy bajos ingresos, cuando los jugadores masculinos continúan jugando pasados los 35 años de edad.

De la mano de esto, es usual que las selecciones femeninas de fútbol no tengan un presupuesto acorde, sino que reciban aquello que los seleccionados masculinos no utilizan. Así, se quedan sin materiales, apoyo, y sobre todo, sin la representación correspondiente en el mundo del deporte

No es casualidad que los países que tuvieron mayor presencia en la Copa Mundial de Fútbol Femenino son aquellos que tienen mayores niveles de equidad de acuerdo al ranking 2018 del Foro Económico Mundial. El deporte, y especialmente el fútbol con su gran valor cultural, es una pequeña muestra de cómo nos pensamos como sociedad y qué lugar le otorgamos en ella a varones y mujeres.

En este marco, se vuelve imprescindible el fomento, por parte del Estado, del deporte femenino en sus distintas ramas y del involucramiento de las mujeres en puestos de toma de decisión al respecto. Siguiendo esta línea, es importante remarcar la relevancia que tiene el nombramiento de Macarena Sánchez al frente del Instituto Nacional de Juventud al interior del Ministerio de Desarrollo Social. Con una prometedora carrera futbolística, Macarena fue una de las principales impulsoras de la profesionalización de la rama femenina, que finalmente avanzó notablemente en marzo de este año.

Sin lugar a dudas, que mujeres involucradas con la juventud tengan la oportunidad de incidir en la realidad de sus pares aporta una visión más igualitaria de la participación deportiva. Así, seguiremos avanzando en la construcción de un país con verdadera igualdad de oportunidades para todos y todas.

América Latina: cómo formarnos y no perder el intento

No es una novedad que la tecnología evoluciona a pasos agigantados y avanza a la misma velocidad en relación al mundo del trabajo. Ante esto, América Latina presenta una gran desventaja: ha pasado por transformaciones desarticuladas y asimétricas que la hicieron una región débil y heterogénea ante las nuevas demandas del mundo laboral actual. Esta desarticulación, sumada al avance de políticas de desprotección de los trabajadores y trabajadoras, desembocaron en serias condiciones de precarización laboral, caracterizada por altos niveles de informalidad, falta de acceso a seguridad social, inestabilidad en los puestos de trabajo y salarios muy bajos. 

Otro gran problema que es cada vez más visible es la notoria desconexión entre los conocimientos que adquieren las personas en los trayectos educativos y aquellos que se les exige a la hora de trabajar. 

Resolver este último desafío y vincular las competencias con la productividad y el desarrollo, nos permitiría convertirnos en una región con ventajas en el mundo laboral. La puerta hacia esa vinculación es la educación. Específicamente, los sistemas de formación profesional, que presentan grandes ventajas. En primer lugar, la pertinencia respecto de las demandas del aparato productivo. Además, la vinculación con las necesidades y preferencias de las personas. Por último, la relación que puede establecerse con una estrategia de desarrollo nacional.

En este contexto, desde SUTERH, como defensores de los derechos de los trabajadores y trabajadoras, decidimos involucrarnos activamente en su formación pensando en posibilidades reales de inserción laboral. Por eso, hace más de 20 años llevamos adelante el Centro de Formación Profesional N°28, en donde no sólo se puede obtener el título de Trabajador/a Integral de Edificios, sino también estudiar gastronomía, indumentaria, estética, idiomas, informática, diseño gráfico, imagen y sonido; y realizar cursos para ser electricista, plomero/a, cerrajero/a, gasista, pintor/a, albañil o instalador/a de aire acondicionado.

Creemos que la formación debe ser permanente y tener un correlato con la realidad. Es nuestro lugar, como sindicato, tomar parte también en este aspecto de la vida de los y las trabajadores, porque pensamos una Argentina en donde los protagonistas serán ellos y ellas.

Acerca de Victor Santa María

Secretario General del sindicato de los trabajadores y trabajadoras de edificios, presidente del club Sportivo Barracas, coordinador General del Grupo Octubre, dirigente del Partido Justicialista, vicepresidente del Consejo Económico y Social.

Grupo Octubre