Como escribí el año pasado, la creación de la Universidad Obrera Nacional (UON) significó la concreción de una justicia social integral. El peronismo ha promovido siempre la igualdad y la justicia social; para ello, el libre acceso a la cultura debía estar dispuesto por ley. Fue por eso que en 1948 se creó la UON, una Universidad obrera para todo aquel que deseara buscar en el saber un ascenso social. La Universidad (que perduró aún después de la dictadura revanchista del 55) se transformaría luego en lo que hoy es la UTN.
El decreto firmado por Perón señalaba la importancia de la enseñanza universitaria para todo aquel que anhele instruirse. Poco después de crear la Universidad, el peronismo dictaminó la suspensión del cobro de aranceles. La educación universitaria pasaba entonces a ser gratuita y para todos y todas.
Dijo Perón: “El engrandecimiento y auténtico progreso de un pueblo estriba en gran parte en el grado de cultura que alcance cada uno de los miembros que lo componen.”
El 17 de marzo de 1953 fue la inauguración de la UON en su edificio de la calle Medrano al 951. Luego se crearían otras sedes y se ampliaría la red a todo el país. El libre acceso a la cultura y la formación constante de los ciudadanos no debería vincularse con la idea de cerrar institutos de formación profesional o docente. Todo lo contrario, parafraseando a Perón: el auténtico engrandecimiento de un pueblo está en el grado de cultura que alcance cada uno de sus miembros. Clausurar entradas solo sirve para mantener ese acceso restringido a quienes obtienen la llave.