La pandemia de coronavirus se presentó de manera inesperada, alterando nuestro cotidiano rotundamente e impulsándonos a generar nuevas formas de interactuar para cuidar nuestra salud. En este contexto, el mundo del trabajo se encontró con una serie de desafíos y obstáculos nunca antes vistos por las generaciones más jóvenes: ¿cómo hacer frente a una pandemia? ¿nos podremos adaptar? ¿qué cambios implica para los trabajadores y trabajadoras?
Para responder estas preguntas, la socióloga, directora de la carrera de Relaciones del Trabajo de la UMET e investigadora CONICET en el Citra, Marta Novick, nos invita a analizar brevemente las consecuencias de la pandemia en el mundo laboral.
En primer lugar, Novick afirma que para analizar la actualidad es importante tener en cuenta que el mundo del trabajo viene modificándose a causa de “la globalización (en su última etapa financiera), las tecnologías y sus transformaciones, con diferentes implementaciones según tipo de empresa y región, y las estrategias de subcontratación y tercerización”. Nos encontramos en un momento de cambio en los ámbitos del empleo, del trabajo y de las relaciones laborales. Además, a la hora de analizar nuestro país, para la especialista debemos tener en cuenta que “las políticas de los últimos cuatro años no se preocuparon ni por la economía ‘real’ y productiva, ni por el trabajo ‘decente’”, agravando el panorama para los trabajadores y trabajadoras.
En segundo lugar, menciona que para observar los desafíos que conlleva la pandemia hay que “tener en cuenta las políticas que se tomaron, como la ley de suspensión de los despidos y la implementación de los ATP (programa de Asistencia al Trabajo y la Producción) y los IFE (Ingreso Familiar de Emergencia)”. Estas líneas de acción aplicadas a nivel nacional atenuaron las posibles consecuencias de la pandemia en el mundo del trabajo. De no haberse implementado estas políticas, como afirma Marta Novick, hoy hablaríamos de consecuencias mucho peores en los ámbitos de la asistencia sanitaria, las condiciones de teletrabajo, la sobrecarga de tareas de cuidado y laborales, y la disminución de los ingresos de gran parte de las familias.
El panorama actual pone en evidencia la fuerte necesidad de contar con profesionales formados para llevar adelante análisis criteriosos del mundo del trabajo. En este sentido, la UMET imparte la Lic. en Relaciones del Trabajo (RT). Para la directora de dicha carrera, “un egresado de RT de la UMET no es semejante a un egresado de otras universidades, por una serie de razones: a) la perspectiva que fundamenta la carrera está asociada con el mundo del trabajo y en ella priman los derechos y perspectivas de los trabajadores/as; b) tienen una fuerte impronta de prácticas profesionales que ubican al futuro egresado/a en la complejidad del campo, en su construcción histórica y en la perspectiva internacional; c) al no ser una carrera masiva, la relación profesor/a-estudiante constituye una base de contención muy importante; d) poseen un equipo docente de altísima calidad y experiencia, y e) un número significativo de estudiantes provienen de la práctica sindical, lo que le da un perfil muy particular a la carrera”. Durante el tiempo que lleva transcurrida la pandemia, la UMET ha continuado con el dictado de clases de manera virtual, preservando la salud de estudiantes, docentes y no docentes, y garantizando la continuidad del ciclo lectivo.
Desde el Grupo Octubre creemos que trayectos de formación como la Lic. en Relaciones del Trabajo son primordiales en la defensa de los derechos de los trabajadores y trabajadoras. El mundo laboral se transforma a pasos agigantados y estos cambios requieren de profesionales idóneos, que tengan un pensamiento crítico y estén preparados/as para sumergirse en este campo laboral. Por eso, nos ocupamos de que aprendan a analizar, aplicar y velar por el cumplimiento de las normas que regulan las relaciones laborales; a diseñar, evaluar e implementar políticas públicas en materia de empleo y formación profesional; y a adecuar el marco normativo vigente para adaptarlo a las transformaciones del contexto laboral. El mundo del trabajo será un poco más justo, siempre y cuando contemos con profesionales dispuestos/as a nivelar las condiciones en favor de los y las trabajadoras, y dirigentes tanto sindicales como empresariales que comprendan el diálogo social y el compromiso entre capital y trabajo, para así generar crecimiento y disminuir la desigualdad.
Asimetría por consumarse: el Tratado MERCOSUR – Unión Europea
En el año 2016, haciendo gala de “la vuelta al mundo”, el Gobierno de Mauricio Macri retomó el sueño liberal nacido en los ‘90 de firmar un Acuerdo de Libre Comercio entre el MERCOSUR y la Unión Europea (UE). Tres años después, el 28 de junio de 2019, se anunciaba el fin de las deliberaciones del tratado que el Gobierno argentino presentó como un “pilar clave de la transformación productiva nacional”.
¿De qué tipo de transformación productiva estamos hablando, si las dos regiones son altamente asimétricas y concentran su comercio en sectores específicos? De hecho, el 70% de las exportaciones desde el MERCOSUR hacia la Unión Europea son alimentos, animales vivos y materias primas, mientras que solo un 25% son productos manufacturados, es decir, industriales. Como contraparte, el 90% de lo que se importa desde la Unión Europea son productos con alto valor agregado. Por lo tanto, establecer un acuerdo entre las partes solo podría llevar a una profundización de estas desigualdades. Y a ninguna transformación productiva.
En nuestra región, y especialmente en nuestro país, no necesitamos perpetuar un modelo agroexportador, extractivista y anticuado. Lo que necesitamos es poder avanzar en la diversificación del aparato productivo, con un mayor nivel de industrialización, para fabricar productos con cada vez mayor valor agregado. El tan esperado acuerdo MERCOSUR-UE sería un paso en la dirección contraria.
Además, no solo se consolidarían las desigualdades extrarregionales, sino que actuaría en detrimento de las relaciones comerciales con nuestro mayor socio: Brasil, quien tradicionalmente ha importado de Argentina productos industriales como las autopartes. Con la llegada irrestricta de productos industriales europeos al país lusófono, las manufacturas argentinas no tendrían futuro competitivo.
El camino que ha elegido la Argentina desde octubre de 2019 ha sido el del pragmatismo y la autonomía. Paulatinamente, y a pesar de las dificultades, se viene apostando por un relacionamiento externo diversificado, alrededor de agendas comunes en distintos niveles y con diferentes socios comerciales, con mayores simetrías. Atrás quedaron los años de discursos neoliberales y de “vuelta al mundo” poco criteriosa. Llegó el momento de construir un país que sepa moverse con inteligencia y practicidad, sin entrar en alineamientos automáticos e ideologizados, y sobre todo, priorizando el bienestar del pueblo argentino y sus trabajadores/as.
Nuestro sistema sindical como refugio
La CEPAL prevé una caída de 5,3% puntos del PBI en América Latina y el Caribe para este año. Frente al impacto de la pandemia en la economía, las organizaciones de trabajadores y trabajadoras cobramos especial relevancia en defenderlos de posibles despidos, reducciones salariales o el empeoramiento de sus condiciones laborales. Por eso, es interesante remarcar las fortalezas de nuestro sistema sindical en contextos de emergencia como el actual. El modelo de unicato o sindicato único por rama, junto a la capacitación y formación profesional brindan herramientas a largo plazo al conjunto de las y los trabajadores.
La pandemia hizo tambalear el mundo del trabajo en todo el mundo y cada país respondió acorde al sistema laboral que impera en ellos. En aquellos países donde existe un modelo de unicato o sindicato único por rama el impacto fue menor ya que su legislación favorece la existencia de sindicatos fuertes y unidos. Esto brinda una representación más fuerte de los trabajadores y trabajadoras como ocurre en el reagrupamiento en la Confederación General del Trabajo de la República Argentina (CGT) o en Francia, que cuenta con la homónima CGT (Confédération Générale du Travail). A modo de ejemplo en nuestro país, podemos ver el sindicato de trabajadores de la sanidad que agrupa a las diferentes ocupaciones de la salud (médicos/as, enfermeros/as, parteros/as, camilleros/as, entre otros)
En contraposición, la pérdida de puestos de trabajo y condiciones laborales fue mayor en los países que tienen mayoritariamente un modelo de sindicato amarillo o vertical como los Estados Unidos, Colombia o Chile. Este modelo es aquel que se encuentra limitado a los trabajadores y trabajadoras de una empresa y se encuentra dominado o influido por ésta, disminuyendo así su independencia. Para crear este tipo de organizaciones en nuestro país, existieron varios intentos históricos de desarmar nuestro sistema sindical como ocurrió en el golpe de 1955 o en la última dictadura cívico-militar de 1976. El sindicato amarillo existe en países donde los trabajadores se encuentran más expuestos a los embates del mercado Mientras que los países que contemplan una amplia protección laboral, tienen un sistema similar al nuestro.
A su vez, es necesario brindar capacitaciones y formaciones profesionales a las y los trabajadores para que actualicen o complementen sus actividades con las nuevas exigencias del siglo XXI. La pandemia acentuó la importancia del uso de la tecnología y la conectividad, así como el trabajo a distancia.
En contextos donde la economía tambalea es menester reivindicar la importancia del sindicato único por rama, ya que este modelo aúna fuerzas para brindar una protección mayor a los trabajadores y trabajadoras en todo momento.
Cuidar nuestra salud durante la cuarentena
El Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio ha sido una de las herramientas más efectivas frente al coronavirus. No obstante, nos presenta múltiples desafíos en la vida cotidiana. La cuarentena aumentó los niveles de sedentarismo, con un impacto directo en la salud física. No solo el cuerpo se vio afectado por la cuarentena, también la mente. Las consultas por ansiedad y angustia también crecieron en los últimos meses.
Para interiorizarnos en el tema y tener una opinión profesional, la Dra. Berta Gorelik, médica coordinadora del Programa Calidad de Vida de OSPERYH, sugiere algunos consejos para cuidar la salud física y emocional.
De acuerdo a Gorelik, “la mejor forma de enfrentar esta nueva realidad es intentar establecer un orden en nuestra vida cotidiana. Tener una rutina para nuestras comidas y trabajo, que muchos lo comenzamos a hacer desde casa, e intentar respetar los horarios que teníamos antes”. En el aspecto emocional, la familia y con quienes compartimos nuestro hogar toman un rol central, ya que debemos repartirnos las tareas del hogar equitativamente. Es importante planificar los quehaceres, de manera que cada integrante pueda colaborar.
La alimentación es esencial para el fortalecimiento de nuestro sistema inmunológico. En este sentido, la doctora aconseja las siguientes recomendaciones nutricionales:
- consumir lácteos, ricos en calcio y vitamina A; carne vacuna, de pollo, cerdo y huevos, que aportan proteínas, hierro, vitaminas del complejo B y zinc
- comer vegetales y frutas, fuente de vitaminas y fibras
- tomar dos litros de agua segura por día
- ingerir dulces en porciones pequeñas
- en caso de consumir alcohol, hacerlo de forma moderada
- evitar tomar bebidas azucaradas
- incorporar cereales integrales ricos en fibra y vitaminas del complejo B, y legumbres ricas en fibra y proteínas
- sumar aceites, fuente de ácidos grasos Omega-3 y Omega-6
- en planes alimentarios vegetarianos es importante la complementación de cereales con legumbres, para cubrir el aporte de proteínas.
A su vez enfatiza en la importancia de realizar actividad física para combatir el sedentarismo “Realizar ejercicio moderado y regularmente nos refuerza el sistema inmunitario y nos ayuda al bienestar psicofísico”.
Además de prestar atención a estos factores, no debemos olvidar la importancia de crear un ambiente saludable en el hogar: verbalizar las emociones, y seguir en contacto con amigos/as y familia a través de medios virtuales. En caso de padecer una enfermedad crónica, es muy importante continuar el seguimiento con el/la especialista a través de consultas remotas, y seguir las indicaciones dadas. En SUTERH-OSPERYH contamos con un gran equipo de profesionales con los que trabajamos sin descanso para atender a nuestros afiliados y afiliadas de la mejor manera en este contexto.
¿Cómo acompañar a niños y niñas durante la pandemia?
A medida que avanzó la pandemia, y con ello la extensión del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio, se hicieron visibles las consecuencias del encierro en las infancias. De acuerdo a Silvia Tendlarz, Doctora en psicología y profesora de la cátedra “Clínica del autismo y la psicosis de la infancia” de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA) en diálogo con Página/12, “hay muchos niños que empiezan a manifestar miedos, angustias y síntomas.” En el mismo sentido, Patricio Álvarez Bayón, coordinador del Departamento de Autismo y Psicosis en la Infancia de la Escuela de Orientación Lacaniana (EOL) y profesor de la UBA, indica que en niños y niñas de hasta 6 años, aquello que más impacta en su psiquis es la pérdida de la rutina previa a la cuarentena junto con la falta de contacto con sus afectos por fuera de la familia núcleo. En estos casos, afirma, “se ven síntomas de regresión: hacerse pis, perder logros en términos de lenguaje, volver a modos de hablar más primarios, dejar de comer o comer más”.
Con el objetivo de acompañar a niños y niñas durante este momento, desde la Red Vivir sin Violencia perteneciente a SUTERH dimos comienzo a una campaña de concientización con múltiples consejos para padres, madres y adultos/as a cargo. Estos son:
- brindar escucha y afecto: generar un ambiente calmo, dando lugar a la mirada amorosa, la demostración de afecto y el juego compartido.
- generar momentos de juego libre, con espacio para procesar lo que les pasa, liberar tensiones y dar sentido a lo que están viviendo.
- explicarles lo que está pasando: utilizar palabras sencillas, sin generar miedo, para contarles sobre el virus, la cuarentena y los cuidados y precauciones a tomar.
- no exigirles de más: no sobrecargarlos/as con responsabilidades ni esperar el mismo rendimiento escolar que cuando asistían a la escuela de modo presencial.
- acompañar el uso de redes sociales: conversar sobre las páginas que visitan y la importancia de no compartir información y/o fotos con extraños.
Además, desde el equipo de promoción del juego, el arte y la lectura de nuestro sindicato, pusimos en marcha el Club desde Casa. Esta es una iniciativa con variadas propuestas de lecturas, juegos, manualidades, acertijos, narraciones, recetas, entre otras actividades, para hacer desde casa, dirigido a niños y niñas de 3 a 12 años. Cada semana se explora un tema nuevo a través de las distintas actividades, buscando que los y las más pequeñas puedan entretenerse ejercitando su creatividad e imaginación.
El contexto actual es complejo, y como tal, es difícil de comprender por niños y niñas. Desde nuestro lugar de adultos/as, pongamos lo mejor de nosotros/as para empatizar con ellos/as y acompañarlos en el proceso. Los y las invito a seguir los consejos de la Red Vivir sin Violencia y a sumarse al Club desde Casa. Desde SUTERH, trabajamos de manera constante para brindar apoyo integral a los trabajadores y trabajadoras de edificios, y a sus familias.
El aislamiento social y la llegada del insomnio tecnológico
En los últimos meses, todos y todas nos hemos visto en la necesidad de cambiar nuestra rutina diaria a causa de la pandemia. Además de estar más tiempo en casa, modificamos nuestros hábitos: pasamos más horas frente a las pantallas, cambiamos los horarios para comer y nos vamos a acostar más tarde de lo habitual. Todo esto repercute en la calidad del sueño. De hecho, según la Unidad de Medicina del Sueño de la Fundación Favaloro, se multiplicaron por cinco las consultas por problemas de sueño desde el comienzo del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio.
Las dificultades a la hora de conciliar el sueño nos están afectando, en mayor o en menor medida, a todos/as. Por eso, desde Página/12 y AM 750 nos contactamos con la neuróloga Mirta Averbuch, especialista en Medicina del sueño. “Lo que hay es una gran disociación entre el reloj biológico que marca la hora con o sin pandemia, y el reloj social, que está con la televisión prendida, las noticias, series, y las luces. Esto lo que crea es un jetlag social, un insomnio tecnológico”, afirmó Averbuch. Además, relató que gran parte de las consultas en este tiempo son realizadas por personas que se van a dormir muy tarde (3 o 4 de la mañana) y se despiertan alrededor de las 2 o 3 de la tarde, desayunan en ese momento y quizás no ingieren alimentos al mediodía. Como explica la especialista, esta es la gran diferencia entre el jetlag social y el insomnio tradicional: en el primero, el horario de sueño está desfasado mientras el funcionamiento del cuerpo sigue su ritmo normal; en el segundo, una persona puede dormirse a las 3 de la mañana y levantarse a las 5 o 6, sin sueño.
En este sentido, en el programa de SUTERH que se emite todos los domingos en Crónica TV, dialogamos con la Lic. en Psicología Laura Letang, que forma parte de nuestra obra social. En su entrevista, Letang nos brinda algunos consejos para poder conciliar el sueño y tener un descanso de mayor calidad:
- Organizar el tiempo: establecer un horario de sueño estimativo y dejar las pantallas aproximadamente dos horas antes de ir a dormir, o en su defecto configurar los dispositivos para atenuar su luz.
- Procurar que el lugar de descanso no esté muy calefaccionado. Es importante que al dormir, la temperatura ambiental descienda algunos grados para permitir la regeneración de los tejidos.
- Realizar ejercicios de respiración para relajarnos, por ejemplo: inspirar en 4 segundos, retener el aire 7 segundos y soltarlo en 8.
En un contexto como el presente, en donde la preocupación y la ansiedad han aumentado, es fundamental otorgarle al sueño la prioridad que merece. El descanso es reparador, es aquello que nos permite decantar el aprendizaje del día, ordenar la información recibida y recuperar la energía corporal. Entre todos y todas debemos cuidarlo y acudir a profesionales en caso de necesitarlo. En OSPERYH contamos con profesionales especializados para brindarle la atención adecuada a nuestros afiliados y afiliadas.
El teletrabajo ¿es la nueva normalidad?
El trabajo a distancia es una modalidad en ascenso desde antes del coronavirus. Pero la llegada de la pandemia y la necesidad de quedarnos en nuestros hogares aceleraron el proceso. De acuerdo a un informe elaborado por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento, el 20% de los trabajadores y trabajadoras del país realizan tareas que pueden hacerse a distancia. Con la declaración del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio, debieron comenzar a trabajar desde sus casas.
Como toda transformación en el mundo laboral, esto supone desafíos para trabajadores, empleadores y el Estado.
En primer lugar, la conectividad. En Argentina, alrededor del 80% de los hogares tiene acceso a internet, al tiempo que el 60% de ellos dispone de una computadora. A esto se suman las diferencias existentes a lo largo y ancho de nuestro país, que generan un alto nivel de desigualdad a la hora de pensar en una aplicación más generalizada del teletrabajo. Segundo, el derecho a la desconexión: los trabajadores/as deben tener claramente establecida su jornada laboral, para delimitar el ámbito de trabajo y el de la vida privada. En tercer lugar, la cuestión de género. Si bien el teletrabajo es una manera de conciliar las tareas de cuidado y del hogar con las obligaciones laborales, no podemos permitir que esto redunde en una mayor proporción de trabajo no remunerado para las mujeres. Debe constituirse en una oportunidad para que aquellos varones que pueden trabajar de manera remota, comiencen a participar de manera activa del cuidado y educación de los niños/as y en las tareas domésticas.
Al interior del Grupo Octubre también nos adaptamos a los tiempos que corren y, en este sentido, parte de nuestros trabajadores y trabajadoras pasaron a realizar sus tareas desde sus casas. En la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) las clases comenzaron a dictarse a distancia, para que tanto estudiantes como profesores no tengan que desplazarse desde sus hogares. Por su parte, el Centro de Innovación Virtual para la Educación y el Trabajo sigue funcionando con normalidad, brindando su oferta académica a distancia. Además, al interior del sindicato, la Red Vivir sin Violencia continúa atendiendo de manera telefónica para que las mujeres y niños/as víctimas de violencia de género puedan acudir a este servicio en caso de necesitarlo. Por último, desde Página/12, en conjunto con la UMET, llevamos adelante una serie de charlas virtuales para socios/as en donde se analizó la economía, la gestión del Estado y la cultura en tiempos de pandemia.
Con el advenimiento de estos cambios, resta preguntarnos: ¿el teletrabajo formará parte de la nueva normalidad? Aunque no podamos responder esto hoy, es importante que vigilemos el proceso de cambios en el mundo laboral, para que los trabajadores y trabajadoras no pierdan derechos. Ante esto, es fundamental que exista un diálogo permanente entre sindicatos, empresarios y el sector público, para que en una relación de fuerzas desigual, como es la del empleador y el trabajador, se respeten los derechos del más débil. Desde SUTERH nuestro compromiso con la defensa de los trabajadores y trabajadoras es permanente, y creemos en que un rol activo por parte del Estado es central para lograrlo.
Un líder a la altura de las circunstancias
Latinoamérica se convirtió en el epicentro de la pandemia según la Organización Mundial de la Salud (OMS) a fines de mayo y los números continúan en aumento. El coronavirus alcanzó más de 2 millones y medio de contagios, concentrándose mayoritariamente en Brasil, Perú, Chile y México.
Este panorama regional nos invita a reflexionar sobre el rol de los liderazgos políticos en la gestión de la pandemia de cada país. En este sentido, el diálogo virtual desde la Universidad de Buenos Aires que contó con la presencia de Alberto Fernández y Lula Da SIlva demuestra dos caminos emprendidos por diferentes Gobiernos latinoamericanos. Del mismo también participamos distintos/as referentes del mundo del trabajo, el derecho, los derechos humanos y las ciencias sociales como Eduardo Valdés, Karina Batthyany, Natalia Salvo, Nicolás Trotta, Carol Proner y Adolfo Pérez Esquivel.
Por un lado, nuestro Presidente abocó la respuesta del Estado en priorizar la salud y la economía del pueblo. Así, en estos meses de Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio se aplicaron medidas de expansión del sistema de salud, el sostenimiento de las empresas a través de líneas de ayuda financiera como el Salario Complementario del Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) y la transferencia de ingresos a los sectores más vulnerables, como el pago del Ingreso Familiar por Emergencia (IFE) a más de 8 millones de argentinos/as. De esta forma, pudo sostenerse la cuarentena por más de 100 días sin poner en riesgo la integridad de la población.
Por el otro, el Brasil de Jair Bolsonaro emprendió un camino confuso y no dio respuestas concretas frente a la pandemia. En un comienzo, desestimó la importancia del virus como una “gripecita” y no aplicó medidas a nivel nacional, dejando que cada Gobernador se hiciera cargo de la situación como pudiese: sin inversión en salud, sin insumos y sin apoyo económico. Existió una tentativa de implementar una ayuda económica de 600 reales (casi 8 mil pesos argentinos) a los sectores más vulnerables, pero aparecieron problemas en su implementación ya que muchas personas no cuentan con Internet para gestionarlo por sí mismos. Asimismo, como Brasil es federal, cada Estado aplicó medidas diferentes. Los más afectados como Río de Janeiro, San Pablo y el Amazonas recurrieron a períodos de aislamiento.
Los números actuales en Brasil demuestran el fracaso de un Gobierno de signo neoliberal que priorizó la economía por sobre la vida. En julio, cuentan con más de un millón y medio de contagiados, 50.000 muertes y una caída prevista de 5,2 puntos de su economía para este año, casi la misma que en Argentina (-6,5).
En ese sentido, en la charla virtual, Lula señaló la preocupación que siente por lo que está ocurriendo en su país y la admiración por el coraje de Alberto Fernández en el cuidado de su pueblo. A su vez, manifestó su voluntad de seguir luchando por la democracia de Brasil y de América Latina, que consideró como una herramienta fundamental ante la gestión de la crisis. Siendo los más humildes los más proclives a contraer el virus, expresó su deseo de construir una América Latina más justa y libre de golpes antidemocráticos expresados través de fallos judiciales en estos últimos años.
La unidad latinoamericana se torna imprescindible en este momento. El coronavirus nos afecta todos y todas por igual, sin distinguir banderas ni fronteras. Pero la presencia de un líder político que priorice a las y los trabajadores hace la diferencia. La pandemia nos brinda la oportunidad de reconstruir la Patria Grande que queremos y soñamos.
Agradezco enormemente la invitación y la oportunidad de compartir reflexiones con semejantes compañeros y compañeras. Para quienes deseen ver la charla completa, pueden ingresar a: https://www.youtube.com/watch?v=TaMzs84C0Bc.
Maternar en cuarentena
La pandemia ocasionada por el SARS-CoV-2 impacta en muchos actores y grupos sociales. Si bien son los varones quienes sufren la mayoría de las consecuencias físicas y de salud (representan el 74% de las víctimas en nuestro país), según la Organización de las Naciones Unidas, las mujeres sortean mayores conmociones en el desarrollo de sus hábitos cotidianos: además de desempeñar sus actividades laborales, las tareas domésticas y de cuidado de hijos, hijas y/o adultos/as mayores recaen principalmente en sus espaldas. También se intensifica la exposición a situaciones de violencia por razones de género, transformando el hogar en un espacio de miedo y abuso. Por su parte, las mujeres embarazadas deben atravesar esta situación llenas de temores e incertidumbres.
Las futuras madres necesitan realizarse los controles prenatales pertinentes, pero aparecen las dudas al desconocer si los centros de salud son o no lugares seguros. A su vez, aparece otro gran interrogante: ¿existe posibilidad de contagio durante la gestación, el alumbramiento o la lactancia? La Organización Mundial de la Salud asegura que por el momento no se ha encontrado evidencia científica que confirme riesgo de transmisión a través del líquido amniótico o la leche materna.
Todas las mujeres embarazadas deben recibir atención prenatal, neonatal, postnatal, intraparto y mental. Por eso, desde La Maternidad de SUTERH – OSPERYH contamos con cuatro programas a distancia (Embarazo, Lactancia, PostParto y Primeros Cuidados, y Crianza) focalizados en cada una de las distintas fases. Sus objetivos son brindar orientación profesional, responder consultas y evitar las salidas innecesarias, así como también darle continuidad a las actividades que se realizaban de forma presencial.
En cada programa hay un equipo interdisciplinario conformado por obstetras, neonatólogos/as, pediatras, puericultoras, psicólogos/as y otros/as profesionales, disponibles todos los días, de 10 a 19 hs, para contener y acompañar en cada una de las etapas. Asimismo, dentro de cada espacio hay grupos de WhatsApp semanales donde se comparten vídeos, se brindan charlas y se generan ámbitos para subsanar dudas e inquietudes.
Durante el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio debemos cuidarnos sin exponernos. Es importante evitar la infodemia y consultar fuentes precisas, que contengan información actualizada sistemáticamente. Tanto el Estado como las organizaciones de la salud debemos asegurar que las mujeres embarazadas accedan a datos certeros y, en la medida de lo posible, puedan transitar un parto respetado, entendiendo que las circunstancias ameritan consideraciones especiales. Elegir traer un hijo/a al mundo debe ser momento de tranquilidad y alegría, preservando la salud de la mamá y el/la recién nacido/a.
Un momento para encontrarnos con la cultura
El aislamiento social, preventivo y obligatorio que debemos cumplir para cuidarnos del coronavirus puede convertirse en una oportunidad para destinar nuestros ratos libres a disfrutar de música, libros, obras de teatro y múltiples contenidos artísticos.
Es importante mencionar que luego de pasado el primer mes de cuarentena, el 73% de los argentinos y argentinas cambió totalmente sus comportamientos: desde ordenar y limpiar más el hogar, pasando por incorporar rutinas de desinfección al ingresar a sus casas, hasta cocinar más y trabajar o estudiar en modalidad remota. Dentro de las actividades más realizadas al interior de los hogares se encuentran la lectura, la escritura, los pasatiempos y el disfrute del arte. Con la centralidad que han tomado este tipo de hábitos y la importancia de quedarnos en casa, es fundamental que las organizaciones sociales tomemos parte en esto y nos solidaricemos de la manera en que nos sea posible.
Por eso, y como nos interesa democratizar el acceso al arte y al desarrollo cultural, desde el Grupo Octubre nos pusimos en marcha para trabajar con ese objetivo. En primer lugar, por parte de la Editorial Octubre desarrollamos “Libros para quedarse en casa”, una iniciativa que permite el acceso digital gratuito a libros y entrevistas de primera calidad para poder llevar adelante el aislamiento de la mejor manera. En la página web de la editorial es posible descargar libros como “Crónicas de Tango y Milonga”, de Patricia Borensztejn; “La marea sindical. Mujeres y gremios en la nueva era feminista”, de Tali Goldman; o entrevistas a grandes personalidades como Spinetta, Fontanarrosa, Dolina o Evo Morales.
Por otro lado, también desde la editorial y en conjunto con la Librería Caras y Caretas, organizamos dos seminarios virtuales gratuitos dictados por la historiadora, escritora y periodista Araceli Bellotta. Los mismos giraron en torno al análisis de la historia argentina, su incidencia en el presente y el lugar de las mujeres en ella. De esta forma, se adaptaron actividades que normalmente se hubiesen realizado en el espacio físico de la librería lo que inclusive aumentó su llegada gracias a la modalidad virtual. Además, Caras y Caretas implementó la venta telefónica de libros y la entrega a domicilio gratuita para la Ciudad de Buenos Aires. Para contactarse con la librería y recibir el catálogo de la misma, hay que hacerlo mediante WhatsApp al 11-6184-8130. Así, tenemos también la opción de acceder a libros en formato físico sin la necesidad de salir de nuestros hogares.
La cuarentena nos demuestra que la cultura puede vivir al interior de nuestras casas, todos los días y a toda hora, y que los formatos digitales han llegado para quedarse en nuestro cotidiano. Teniendo en cuenta que cumplir con el aislamiento hoy es central para cuidar nuestra salud, desde el Grupo Octubre nos esforzamos constantemente para brindarle a los trabajadores y trabajadoras nuevas formas de acceder a la cultura desde sus hogares.