En noviembre de 2007, la Organización de las Naciones Unidas decretó el 20 de febrero como el Día Mundial de la Justicia Social. Hoy se celebra este día internacional por décima vez en el mundo.
En nuestro país, la Justicia Social está fuertemente alineada al peronismo. A partir del primer gobierno de Perón se estableció la Justicia Social como una de las banderas intransigibles del movimiento nacional y popular. A partir de ella es que se brega por un mundo más justo (valga la redundancia), donde los ricos no sean tan ricos, en el que los pobres ya no lo sean. Por eso, se vincula a los derechos de vivienda, educación, trabajo, salud e ingresos mínimos.
La Justicia Social impone un modo de ver el mundo que implica mayor igualdad de género (y transgénero), que rechaza todo tipo de racismo o discriminación, que propone una igual distribución de capital económico así como de capitales culturales.
Según la ONU, “la Declaración se centra en garantizar resultados equitativos para todos a través del empleo, la protección social, el diálogo social, y los principios y derechos fundamentales en el trabajo”.
Esto ha sido siempre así para el peronismo. El compromiso con la clase trabajadora y la búsqueda de una conciliación entre clase trajo aparejadas, siempre, la movilidad social de los más marginados. Con la inauguración de la Universidad Obrera Nacional, la inserción de la mujer en las decisiones políticas y el casamiento igualitario (entre tantas otras medidas), el peronismo se ha esforzado incansablemente en la construcción de un mundo más igual, más justo y mejor para todas las peronas.
Por todo esto, feliz día de la Justicia Social para todos.