Los otros vecinos de la ciudad

La necesidad de luchar contra la desigualdad y  la indignidad que se viven a diario en Villa 31, llevó a que los referentes elegidos, de todos los barrios villeros, presentaran por primera vez ante la Justicia un reclamo colectivo. La demanda le exige al gobierno porteño el trazado de al menos una calle, un servicio de transporte, iluminación, recolección de residuos en los barrios y la modificación de ruta de al menos una línea de transporte público para que se puedan trasladar.

Durante su mandato, Mauricio Macri se ha mantenido indiferente ante estos planteos. No generó cambios positivos en materia de vivienda social, ni colaboró con la integración; en cambio propició más hacinamiento en las villas, por  la  falta de políticas de inclusión social y violentos desalojos de  familias sin ofrecer solución habitacional alguna. Problemas que, parece, se abordan sólo cuando las zonas más pobres son escala en una ruta de campaña.

Lo que piden los vecinos de las villas es algo indispensable para la mayoría de nosotros: buscan que sus barrios sean incluidos en la ciudad y derribar los muros que se levantan constantemente para separarlos.

En un nuevo aniversario de la muerte del Padre Mugica, debemos recordar que él  vivió para esa causa. Trabajó para superar tanta indiferencia, luchó por una sociedad inclusiva, equitativa, por los derechos de los más desprotegidos, para transformar a la villa en un barrio más. Sus ideales siguen en pie y cada vez son más los que transitan y trabajan para hacer  realidad las enseñanzas que nos dejó el “cura villero”.

El 11 de mayo pasado, al cumplirse 38 años de su muerte, nos reunimos para homenajearlo.
La cita fue en la manzana 27, casa número 10 de la Villa 31. Éramos muchísimos compañeros y compañeras: la ministra de Seguridad, Nilda Garré; su par de Trabajo, Carlos Tomada; el diputado nacional y referente de la agrupación La Cámpora Andrés Larroque; el vicegobernador Gabriel Mariotto; el legislador porteño del Frente para la Victoria Juan Cabandié, el secretario de Seguridad, Sergio Berni, varios de los curas que continúan la labor del padre Mugica, colaboradores y mucha gente del barrio. Entre anécdotas del Padre, mate y tortas fritas, el documental sobre su vida, nos emocionamos e hicimos nuestro su compromiso y legado.

No es tarea sencilla, en especial a partir del abandono del espacio realizado por el  Estado porteño . Las estigmatización y el temor infundido, amplificado por muchos medios, no ayudan a integrar a miles de vecinos. Todos sabemos que las zonas más necesitadas de la ciudad y las villas nacieron con las primeras oleadas inmigratorias; son, en definitiva, trabajadores y ciudadanos con plenos derechos. Pero los barrios villeros y los vecinos que allí viven son continuamente expulsados de su ciudad.