Hace cuatro décadas, Argentina vivió un momento trascendental en su historia, un momento que marcó el inicio de una nueva era de libertad y democracia. El retorno de la democracia en nuestro país es una fecha que merece ser celebrada y recordada con orgullo, ya que representa la superación de un pasado marcado por la violencia y la injusticia. En este aniversario, renovamos nuestro compromiso con la protección de las libertades y la defensa de los derechos humanos, valores que han sido fundamentales en la construcción de una Argentina más justa y equitativa.
El 10 de diciembre de 1983, los argentinos y argentinas recuperaron la libertad de elegir a sus representantes en un acto de profunda significación democrática. Desde ese momento, hemos transitado un camino de paz, libertad, con diálogo y respeto a los valores republicanos consagrados en nuestra Constitución Nacional. La independencia de poderes y la justicia se han mantenido como pilares fundamentales de nuestra sociedad. Argentina se ha convertido en un faro para la región y el mundo, siendo pionera en la defensa de los derechos humanos y las libertades civiles.
En este contexto, el SUTERH (Sindicato Único de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal) ha desempeñado un papel esencial en la consolidación de estos valores democráticos, trabajado incansablemente en la conquista de derechos para los trabajadores y trabajadoras, luchando por condiciones laborales justas, salarios dignos y la promoción de la justicia social. SUTERH ha sido un defensor constante de la dignidad de los encargados y encargadas de edificios y ha contribuido significativamente a la reivindicación de los derechos laborales en Argentina.
En un año electoral y en el 40º aniversario del retorno de la democracia, es importante recordar que los valores democráticos son inquebrantables. La democracia representa la protección de las libertades y la responsabilidad de los gobernantes de responder ante el pueblo. En Argentina, la democracia es un contrato social que hemos decidido preservar, a pesar de las falencias que puedan surgir en el camino. La memoria, la verdad y la justicia han sido fundamentales en nuestra historia, y la lucha constante contra cualquier manifestación de autoritarismo o violación de los derechos humanos es un compromiso que a diario debemos mantener vivo.
Hemos tenido el orgullo de juzgar a quienes causaron tanto daño en el genocidio cívico-militar que comenzó en 1976, a través de los principios de Memoria, Verdad y Justicia. Esto es un testimonio vivo de nuestro compromiso con la justicia y la defensa de los derechos humanos, valores que han guiado a nuestra sociedad en su camino hacia una democracia sólida y justa.
En estos 40 años de democracia, Argentina ha avanzado, ha enfrentado desafíos y ha demostrado una gran resiliencia. Y nosotros, desde SUTERH como representante de los trabajadores de edificios, hemos sido una parte integral de este progreso, luchando por la justicia laboral y social. Nuestro compromiso persiste, y junto con el espíritu democrático de nuestro país, seguiremos construyendo un futuro mejor para todos los argentinos y argentinas.
En esta fecha conmemorativa, recordamos que la democracia es el legado más importante que debemos cuidar. Es la garantía de nuestras libertades, la posibilidad de construir un país mejor con nuestras ideas, trabajo y esperanza. En este camino, seguiremos luchando para seguir ampliando y defendiendo nuestros derechos, promoviendo programas de educación y salud de calidad y desde nuestro lugar contribuyendo a la construcción de una Argentina más justa y equitativa para todos y todas.