LA IMPORTANCIA DE SEGUIR GARANTIZANDO EL DERECHO A LA EDUCACIÓN EN MUJERES Y NIÑAS: UN DESAFÍO CLAVE EN EL MUNDO POST-PANDEMIA

Considerando la cercanía que tenemos con el 8 de marzo y el hecho de que el 11 de febrero se celebró el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia, creo que es esencial volver a plantear en la agenda la importancia del acceso de las mujeres y niñas a la educación de calidad como un derecho fundamental para los desafíos que enfrentaremos en este contexto post-pandemia.

No podremos hablar de un mundo en vías de reconstrucción, sino planteamos antes la importancia de la igualdad de derechos, una problemática que se ha visto más que en evidencia a partir del 2020.

Y, en ese marco, sólo el acceso igualitario a la educación podrá asegurarnos vivir en una sociedad en donde todos los derechos humanos básicos sean respetados, y en donde todas las personas, indistintamente de su género, puedan tener una chance a progresar y crecer en la vida.

De acuerdo con datos del Instituto de Estadística de la UNESCO, existe un mayor número de niñas sin escolarizar que de niños – 16 millones de niñas nunca irá a la escuela – y las mujeres representan dos tercios de los 750 millones de adultos que carecen de conocimientos básicos de alfabetización.

Recordemos que son cientos los organismos internacionales y estudios que han demostrado el por qué es importante para el progreso de las economías nacionales y sus sociedades garantizar el acceso de niñas y mujeres a la educación. Por nombrar sólo algunos de los puntos claves según la UNESCO:

Reduce las tazas de desempleo, y genera mayor productividad a nivel mundial.

Contribuye a mejorar la salud de las madres y los niños, reduciendo la mortalidad.

Aumenta la autonomía económica de las mujeres y ayuda a superar la discriminación.

Reduce la pobreza extrema.

Recupera las infancias de las niñas y contribuye a disminuir embarazos no planificados.

Teniendo en cuenta estos datos y con la vuelta a la escolaridad de manera presencial para este 2022 en la Argentina, es fundamental preguntarnos qué acciones se tomarán al respecto para garantizar ese acceso igualitario de chicas y chicos a las aulas.

Es por esto que propongo instalar este tema crucial para pensar en el mundo post-covid, de replantearnos las desigualdades que la pandemia ha expuesto a la luz durante estos dos últimos años, y, sobre todo, qué podemos demandar como sociedad a nuestros gobiernos locales, provinciales y nacionales al respecto.

Porque sólo garantizando el derecho a la educación de todos por igual, podremos continuar dando pasos en la dirección correcta de construir la Argentina que merecemos, brindando mayores oportunidades de crecimiento para todos y todas.