Era momento de reconectarnos con la cultura…

Que la pandemia hirió de manera impensada a los hacedores culturales, es una realidad que ya todos conocemos. Aún, muchos siguen sufriendo las consecuencias del parate que transitó el arte y la cultura durante todo el 2020 y parte del 2021.

Es innegable también, que el aislamiento preventivo y obligatorio supuso que los mismos hacedores culturales debieron ingeniárselas para seguir llevando a la gente lo mejor que saben hacer. En ese sentido, el uso de las redes sociales y las nuevas plataformas de streaming fueron una herramienta fundamental para subsistir al encierro.

Sin embargo, con el comienzo del 2022 podemos decir que, después de muchísimo sacrificio y esfuerzo por parte de la sociedad en su conjunto, esos días están prácticamente en el pasado. Es que, con el avance de la vacunación y la merma del nivel de contagios de coronavirus, el arte y la cultura está resurgiendo de sus cenizas, y la gente está impaciente de reconectarse con ella.

La apertura de museos, festivales musicales, ferias, recitales y demás implicó un nuevo auge de salidas recreativas en todo el país. Al temor de la enfermedad, y la tristeza de la muerte, se la combatió con sonidos, con pintura, poesías, encuentros…

Aunque nos encontremos entre el medio de guerras mundiales y crisis económicas, este nuevo estallido cultural en la post-pandemia, es la clara muestra de que, aún en los tiempos más oscuros, el arte nos une y nos da esperanza. Y, sobre todo, nos invita a pensar en mundos posibles, en donde sólo reina la belleza de las pequeñas cosas y el volver a reconectarse con las emociones.

Los seres humanos extrañábamos eso que, durante mucho tiempo, dimos por sentado: El estar presentes en el aquí y ahora, compartiendo el talento de nuestros artistas, todos juntos.

Es por este redescubrimiento y necesidad que se despertó con mucha fuerza, y, gracias a mi rol al frente de SUTERH, así como también desde los distintos espacios de los que formo parte (y del cual tengo la enorme responsabilidad de tomar decisiones), es que redoblaremos los esfuerzos para ser un vehículo facilitador del acercamiento de la cultura a la sociedad, generando propuestas culturales que estén al alcance de todos y todas.

Mi compromiso es con los hacedores culturales y con los sectores populares, acercando siempre nuevas propuestas y movimientos, pensando constantemente en las distintas audiencias con toda su diversidad, y con el desafío permanente de transformar realidades complejas.

Estamos comprometidos en el impulso a trabajar para que la cultura, junto con el deporte, sean esa bandera que oriente a las nuevas generaciones hacia una sociedad distinta y un futuro mejor.

Es que, hoy por hoy, antes estas realidades complejas, la cultura se erige como un  vehículo imprescindible para sentirse libre, para expresarse, distraerse, salir de la rutina, vivir mejor e incluso, para disfrutar de esos pequeños pero profundos encuentros , además de un motor de desarrollo fundamental para nuestro país.