En el contexto del avance de los derechos de las mujeres a nivel global y regional, el mundo del trabajo ha hecho importantes cambios. Sin embargo, aún quedan cuentas pendientes. Una de ellas es que la mayoría de las mujeres percibe que es difícil conciliar maternidad y trabajo: el 84% de ellas cree que ser madre reduce sus oportunidades laborales.
¿Qué realidades sustentan estas creencias? La principal es la reproducción de estereotipos de género, que llevan a las mujeres a dedicar el doble de tiempo que los varones a las tareas de cuidado. Tradicionalmente, las mujeres han sido las encargadas de las tareas de cuidado del hogar y de otros, mientras que los hombres se asocian a la esfera pública y al ámbito laboral. En ese sentido, la incorporación masiva del lavarropas en el siglo XX fue una revolución en los hogares, ya que liberaba a las mujeres de una ardua tarea manual. La metáfora de tener “las manos libres” ilustra los efectos de este electrodoméstico en la vida cotidiana de las mujeres: más tiempo libre para dedicarse a otras actividades, entre ellas, las laborales. En la actualidad, los trabajos de home office o teletrabajo también son una opción elegida por las mujeres que maternan, ya que les facilitan la combinación entre trabajo y tareas de cuidado.
En el caso de las mujeres que trabajan por fuera de su casa, una de las etapas más difíciles para conciliar maternidad y trabajo es en la lactancia. El 77% de ellas considera que es muy difícil combinar lactancia y trabajo. Para poder lograrlo, el 93% estima importante el apoyo de la empresa u organización que las emplea, el 89% el de sus jefes directos y el 77% aquel de sus compañeros/as. Una herramienta fundamental para la mayoría de las entrevistadas es la existencia de un lactario en sus lugares de trabajo, como sugiere la Ley Nº 26.873. Los espacios de lactancia resuelven las preocupaciones de la comodidad e higiene para las madres, ya que 7 de cada 10 mujeres se extraen leche en un baño, 4 de cada 10 declaran que el lugar donde amamantan es sucio y 3 de cada 10 afirman no tener acceso a una heladera para conservar su leche.
Con el objetivo de reducir la brecha salarial, es necesario que las mujeres tengan “las manos libres” en el período de lactancia, para poder así desarrollarse plenamente en los ámbitos laboral y profesional.
Desde el Grupo Octubre, contamos con el Espacio Pedagógico de la Primera Infancia (EPPI), donde los hijos e hijas de los que formamos parte del SUTERH, el ISO, la UMET y los Centros de Formación Profesional pueden participar gratuitamente entre los 45 días hasta los 2 años inclusive. El objetivo del EPPI es que las madres y los padres puedan desarrollarse en su ámbito laboral o educativo contando con un espacio pensado especialmente para sus hijos/as, con docentes especializados/as. El EPPI se encuentra en las sedes de Ayacucho 260 y Venezuela 370, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La disponibilidad horaria es amplia: de lunes a viernes de 7:30 a 20:30 hs y los sábados de 7:30 a 13 hs. También dispone de dos salas de lactancia, una para los más pequeños y otra para los y las niñas que ya adquieren posición sentada y deambulan, pensando en el desarrollo y las necesidades de cada uno/a.
Consideramos fundamental fomentar espacios como el EPPI para reivindicar el lugar de las mujeres trabajadoras y profesionales en sus espacios de trabajo. A su vez, esto fomenta una redistribución igualitaria de las tareas de cuidado en pos de una mayor libertad de las mujeres.