Nuestra comunidad hace historia

Cada edificio es un pequeño universo, una comunidad en la que conviven historias, sueños y desafíos. En el corazón de esa comunidad está el encargado o encargada de edificio, figura central que, además de sus responsabilidades cotidianas, desempeña un papel fundamental en el tejido humano de nuestras ciudades.

Detrás de cada jornada de trabajo hay una vida llena de sacrificios, esfuerzos y, sobre todo, de compromiso. Son esas historias las que enriquecen nuestra identidad como gremio y fortalecen nuestra misión de construir un espacio de trabajo digno y humano para todos.

Las historias de vida de los encargados de edificio no solo reflejan su labor diaria, sino también su rol como puente entre los vecinos, su dedicación y el esfuerzo de familias enteras por salir adelante. Más allá de su trabajo, en SUTERH compartimos objetivos y logros que vemos consolidados en historias como las de Magalí, que lidera nuestro equipo de waterpolo femenino y gracias a su esmero llegó a la selección; o la de Sonia que gracias al apoyo de nuestros cursos y capacitaciones logró mejorar la calidad de vida de su hijo Sebastián que tiene síndrome de dawn; o la de Eduardo que gracias a nuestra obra social pudo asistir constantemente a su hija que nació prematura en pandemia.

Estas experiencias nos enseñan que, más allá de las tareas visibles, hay personas con valores, sueños y fundamentalmente, un equipo dispuesto a trabajar por y para su gente. Desde SUTERH seguiremos trabajando para que cada encargado de edificio sepa que su historia importa, que su labor es esencial y que su comunidad reconoce y valora su esfuerzo por eso, trabaja para brindarle siempre mejores servicios y más oportunidades. Porque al final del día, son esas historias las que tejen el alma de nuestras ciudades y reflejan la grandeza de nuestra tarea.