Barajar y dar de nuevo

El 2020 intempestivamente nos tomó por sorpresa y nos llevó a repensar cómo abordar cada uno de los distintos órdenes de la vida cotidiana: educación, trabajo, actividad física, vínculos personales, tiempo de ocio y tareas de cuidado, por solo nombrar algunos. La virtualidad se transformó en una aliada irremplazable, permitiéndonos tomar clases, asistir a reuniones laborales, dialogar con nuestras amistades e incluso celebrar cumpleaños. Nos permitió mantener el distanciamiento físico, sin por eso perder nuestros vínculos sociales.

Cada uno de los espacios intrínsecamente vinculados con nuestro sindicato lograron dejar atrás la adaptación y acomodarse a esta nueva realidad que nos toca atravesar, con la finalidad de que los afiliados y afiliadas y todos aquellos que participan de una u otra forma de los diversos espacios puedan continuar disfrutando de los beneficios y oportunidades que este les brinda.

Entendimos que proteger la formación y evitar la deserción educacional en una etapa tan sensible para todos y todas era una prioridad. Por eso, además de darle continuidad a todo su armado pedagógico, desde la UMET, tomaron la iniciativa y lanzaron dos nuevas diplomaturas: una orientada a la Comunicación Política con perspectiva de género; la otra vinculada a la Gestión Ambiental y Social de Proyectos. También abrieron cursos en su Escuela de Formación Sindical, perfilados para conocer las dinámicas del mundo laboral.

El CIVET capacitó a sus docentes y puso en marcha un campus virtual para que los y las estudiantes puedan continuar aprendiendo a distancia. Asimismo, iniciaron trayectos gratuitos e íntegramente virtuales para el primer cuatrimestre de este año. Dentro de la oferta, se encuentran los trayectos de Microcervecería, Marketing Digital, Edición de Video y dos niveles de Maquillaje.

Por su parte, el ISO logró combinar virtualidad y presencialidad para aquellas carreras que requieren la realización de prácticas profesionalizantes (como las licenciaturas en Seguridad e Higiene y Enfermería), cumpliendo con todos los protocolos sanitarios y de distanciamiento social.

En nuestros Centros de Formación Laboral (CFL) y Formación Profesional (CFP) primó la idea de llegar a distintos puntos de la provincia de Buenos Aires. Para cumplir con ello, ofrecieron la Tecnicatura Superior en Hotelería en Mar del Plata y la Tecnicatura Superior en Desarrollo de Software en San Martín. Pero no solo eso. Además, lanzaron una enorme variedad de cursos en las localidades de Lomas de Zamora y Boulogne/San Isidro: desde oratoria, gestión de redes sociales y periodismo y locución, hasta cerrajería y montaje eléctrico.

Por último, pero no por ello menos relevante, quisimos resguardar lo concerniente al bienestar general y cuidado integral de la salud. A raíz de eso, incentivamos la realización de actividad física a través de las clases de gimnasia postural y el Jueves Anti-Estrés. En la medida que fue posible, comenzamos la realización de los encuentros del Espacio Preventivo Laboral (EPL) de manera presencial para reencontrarnos, escuchar y contener a los y las integrantes del grupo. Pero, este no fue el único punto de encuentro para incentivar el diálogo: pusimos en marcha la Ronda de Mujeres, un lugar pensado para que las afiliadas puedan intercambiar vivencias y experiencias. También no nos olvidamos de lo lúdico y de dimos lugar mediante el Juego de la Salud.

Todo se transformó. Nosotros también. Decidimos barajar y dar de nuevo en pos de brindarles lo mejor a nuestros trabajadores y trabajadoras de edificios. Agradecemos enormemente a los y las docentes de cada una de las instituciones educativas y centros de formación, así como también a los y las integrantes de cada grupo por el esmero, esfuerzo y compromiso que pusieron para que estos espacios de capacitación y contención sigan de pie. Sin la labor colectiva nada de esto hubiera sido posible.