Tenemos una razón más para sentirnos orgullosos desde el Suterh. El Centro Basura Cero de la Ciudad de Buenos Aires que construimos ha sido distinguido por la Legislatura porteña.
Tenemos una razón más para sentirnos orgullosos desde el Suterh. El Centro Basura Cero de la Ciudad de Buenos Aires que construimos ha sido distinguido por la Legislatura porteña. Un reconocimiento a las actividades de reducción y reciclado de residuos tecnológicos y electrónicos y por la contribución al cuidado del medio ambiente.
El orgullo es compartido, con todos los vecinos y vecinas que quieren una ciudad más limpia y saludable.
No ha sido el trabajo de una persona, sino una tarea colectiva que fue posible gracias a la solidaridad del equipo del centro, diferentes empresas y ONGs y el aporte diario de los trabajador@s de edificios y recuperadores. Todos sumaron para lograr en 2008 la puesta en marcha de este proyecto inédito en Buenos Aires.
Sabemos que el cuidado ambiental será clave en los años por venir, para el futuro de los porteños. Llevamos un largo trecho difundiendo la importancia de una gestión sustentable de los desechos que genera la ciudad, con la responsabilidad y la seriedad que exige el tema.
No podemos decir, lamentablemente, que ese compromiso esté también promovido por las autoridades del Gobierno porteño. Sí vemos campañas de marketing, muchos colores y slogans cortoplacistas que no abordaron el problema de la basura en Buenos Aires. No ha jugado limpio Mauricio Macri, contra sus promesas de campaña e incumpliendo las leyes de la ciudad.
Además de cumplir con las exigencias de la ley de residuos peligrosos, el Centro Basura Cero fue pensado como una herramienta clave para fomentar la cultura del cuidado del medio ambiente. Para dimensionar la importancia del centro: tan sólo en los últimos nueve meses lleva reciclados más de 17.700 kilos de plástico.
Desde el barrio de Villa Soldati, este espacio se ha convertido también en una herramienta para capacitar, generar trabajo genuino e inclusión digital en sectores siempre postergados. En un año y medio hicimos entrega de 400 equipos tecnológicos que fueron donados a escuelas, centros de jubilados, organizaciones sociales y entidades de base.
No tenemos una cosa: presupuesto en marketing y globos. Pero cuando el esfuerzo es genuino, con compromiso, este tipo de iniciativas se hacen notar por su propio peso.