Educar en y para el siglo XXI

Mucho se habla de las TICs (Tecnologías de la Información y de la Comunicación) y la posibilidad que ellas nos brindan de acceder a una gran cantidad de conocimiento, almacenarlo y enviarlo velozmente de un punto a otro. Su rol en la actualidad es innegable, atravesando las relaciones interpersonales, los ámbitos laborales y los entornos educativos.

Sin embargo, su masificación también conlleva desconfianza. Acerca de esto, se han esparcido prejuicios como la afirmación de que la conectividad implica una disminución de la concentración, del hábito de lectura o de la interacción social. En esta ocasión les propongo que repensemos esos prejuicios, considerando los beneficios de las TICs en y para la educación.

En primer lugar, la incorporación a los procesos educativos de herramientas tales como videos y ejercicios multimedia, supone la enseñanza en contextos más familiares a quien aprende: la identidad de formato entre aquellas herramientas que lxs estudiantes usan para el ocio con las utilizadas para la educación pueden motivar de manera suplementaria al aprendizaje. Es por eso que desde la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) contamos con un campus virtual donde docentes y estudiantes pueden colgar y acceder a material más amigable que un tradicional apunte fotocopiado.

En segundo lugar, las TICs permiten distintas formas de comunicación entre estudiantes y docentes, que pueden volver menos verticalista y distante la relación entre éstos. Así, aquel estudiante que no consultó una duda en clase por vergüenza o porque ésta apareció posteriormente, puede remitirse a su docente vía mail. Esto, a su vez, es una práctica para el mundo del trabajo, donde las comunicaciones se encuentran hoy en día altamente mediadas por las TICs. El estudiante pensará de qué manera, en qué horario y con qué redacción remitirse a su docente, y eso supone una práctica laboral en sí misma. Como se ve, lejos de disminuir las capacidades de interacción social, las TICs permiten adquirir nuevas.

Finalmente, y no menos importante, las TICs permiten la democratización de campos antiguamente más elitistas. Por caso, las carreras dictadas a distancia. La Universidad de Quilmes desarrolló la Universidad Virtual de Quilmes, que las imparte desde 1999. Desde el Instituto Superior Octubre, también ofrecemos la posibilidad de finalizar el secundario a distancia, con becas para lxs afiliadxs. Iniciativas como estas implican que personas a las cuales antes les estaba vedado o dificultado el acceso a la educación formal, hoy en día pueden formarse independientemente de impedimentos tales como trabajar durante el día, vivir en sitios sin instituciones educativas, o tener personas a cargo.

En el caso de las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación, el rol de todxs lxs que pugnamos por una sociedad más justa e igualitaria, no debe ser cerrarnos. Por el contrario, debemos aprovechar estas herramientas para construir día a día el mundo que queremos.