La robótica como generador de oportunidades para niños y niñas

El mes pasado, el SUTERH emprendió un desafío histórico: Inaugurar la primera escuela de robótica sindical para niños y niñas del país. Finalmente, a principios de este mes pudimos ver ese sueño concretado, con el comienzo de las clases en la sede del CFP N°28 del barrio de San Telmo.

Como secretario general del sindicato, es uno de mis ejes de gestión pensar en nuevas posibilidades para que los hijos e hijas de los encargados de edificios puedan aprovechar, instándolos a pensar en grande. ¿Y qué mejor manera de fomentarlo que a través de la robótica?

Soy un convencido de que, para crear oportunidades en las carreras del mañana, debemos acercar este tipo de herramientas a los más chicos, para que pierdan el miedo y exploren su curiosidad.

Porque no es necesario ser un erudito en informática a temprana edad para comenzar a jugar con la robótica. Por el contrario, basta con tener esas ganas de aprender que sólo los chicos y chicas tienen.

Incentivar a los más pequeños a iniciarse en el universo de la informática, poco tiene que ver con las fórmulas y las ciencias duras. A través de la robótica, los niños y niñas pueden aprender sobre pensamiento lógico, trabajo en equipo, resolución de conflictos, pensamiento creativo, comunicación y, sobre todo, de creatividad.

La robótica puede ofrecerle a los niños y niñas un mundo de infinitas posibilidades, y pienso que puede y debe funcionar como un puente de oportunidades para el desarrollo de sus futuros.

Es a través de iniciativas como las del SUTERH que se logran acercar estas propuestas al común de la gente, democratizando el conocimiento y acercándolo para que todos y todas puedan experimentarlo, sin condicionarse por sus saberes previos o clase social.

Porque es gracias a estas posibilidades que logramos que nuestros hijos e hijas no se autolimiten, y dejen volar su imaginación, descubriendo sus pasiones y lo que quieren lograr el día de mañana.

Si queremos pensar en un futuro para nuestros hijos e hijas en el país, debemos seguir fomentando este tipo de oportunidades, y hacerles saber que mientras sean curiosos, sus sueños no tendrán límites.