El cambio climático es un tema que está ocupando gran parte de la agenda de los medios. Si bien nuestra primera reacción es alejarnos de esa conversación -generalmente por no considerarnos expertos en la temática-, creo que el momento que atravesamos como sociedad a nivel mundial, nos obliga a frenar y preguntarnos a nosotros mismos: ¿Somos conscientes verdaderamente de este conflicto ambiental y lo que implica el cuidado del agua? ¿Tenemos la información necesaria para saber cómo cuidar este recurso tan valioso? ¿Podemos reconocer que nuestros hijos nos están educando, y que nosotros somos parte de la generación que nunca le dio importancia a este problema, hasta ahora?
El paulatino retorno a nuestras vidas luego de lo peor de la pandemia nos hizo golpearnos de frente con los datos de una realidad que habíamos dejado de lado: el cambio climático no frenó su curso. Por el contrario, se conoció que las emisiones de dióxido de carbono se han disparado a lo largo del 2021 y ya recuperan sus niveles pre-pandemia, según un estudio de Global Carbon Project.
¿Y qué nos dice esa información de nuestro estilo de vida? ¿Será este el momento de reaccionar y vernos a nosotros mismos como parte del problema? Ni siquiera tenemos que irnos muy lejos para experimentar las consecuencias del cambio climático en nuestra realidad cotidiana. Basta con observar la misma escena que se vive todos los veranos en Argentina: la falta de agua.
El agua es tal vez el recurso más esencial para la vida, y a su vez, el menos valorado. Quizás por el mal accionar de nuestra generación, esa que asumía que el cambio climático es un “problema del futuro”, y que podíamos usar el agua de forma indiscriminada. Pero el paso de los años nos ha demostrado que estábamos equivocados, y que es momento de asumir las consecuencias de este accionar.
Es momento de aprender a escuchar a los expertos, a las generaciones más jóvenes, esas que transformaron el problema del agua y el cambio climático en una bandera. Es momento de animarse a preguntar, a informarse e intentar cambiar hábitos.
Llegó el momento de hablar del agua, si de verdad queremos pensar en el presente que queremos vivir y el futuro que queremos dejar.