Si hay algo de lo que siempre pudimos presumir como argentinos, es de la diversidad de nuestra sociedad. En nuestro país, conviven tantas etnias, religiones e idiomas como personas que lo habitan.
Sin embargo, hablar de esta diversidad no necesariamente implica que podamos hablar de “inclusión”, por lo que hoy quiero hablarles de la importancia de poder fomentar una cultura inclusiva.
La inclusión es, a mi entender, la acción de promover las mismas oportunidades para cada miembro de la sociedad, independientemente de su origen, color de piel, religión, género, clase social, etc.
La importancia de poner en práctica una cultura inclusiva, radica en la promoción de valores como el respeto, la cooperación, la igualdad y la empatía, que son claves para la conformación de sociedades más justas y, valga la redundancia, inclusivas.
Poniendo en práctica estos valores, podremos ver cómo la cultura inclusiva fomenta mayores oportunidades para todos, reduciendo la pobreza y las desigualdades. Tal vez, esta podría ser la clave del crecimiento de nuestro país, ya que, si podemos promover una sociedad en la que cada miembro se sienta parte, sin dudas podremos hablar de un progreso en todo sentido: social, económico y cultural.
Debemos aprender que es en nuestra diversidad cultural en donde se encuentra nuestra fortaleza. La verdadera inclusión sólo será posible si podemos poner en práctica una cultura inclusiva, que valore a las personas por sus diferencias, para convertirnos en una sociedad en donde todos “podamos convivir de manera armónica y feliz” y ,sobre todo, que nadie quede afuera.
El ámbito apropiado para iniciar y promover la cultura de la inclusión como parte de nuestra misión son las escuelas, con el enfoque prioritario en preparar a los niños y niñas para que se integren y enriquezcan la sociedad. En ese sentido, desde toda política de educación pública y privada, se abre el gran desafío y la posibilidad de transformar sus culturas, generar conocimientos y ser movilizadores sociales.
La inclusión en el campo educativo es un modelo que busca transformar las situaciones de discriminación y exclusión por medio de la práctica de valores inclusivos como el respeto, la igualdad, y la equidad dentro de todas las instituciones educativas. Tiene como finalidad realizar una mejora en la calidad educativa y el proceso enseñanza-aprendizaje de manera que ejerzan su derecho a la participación y educación de calidad y construyan espacios de convivencia donde la diversidad sea considerada un valor esencial para promover el crecimiento y el avance de la comunidad.