En los últimos años, Latinoamérica ha sido testigo de una serie de cambios políticos, sociales, culturales y económicos. En este marco, el mundo del trabajo no ha sido la excepción. Analicemos brevemente cómo ha evolucionado:
De acuerdo a la CEPAL, hacia el año 2018, en 10 países latinoamericanos la desocupación creció más del 0,1%: Argentina, Chile, Colombia, Uruguay, Nicaragua y Paraguay, entre otros. ¿Y cómo se explica que haya nuevos trabajadores/as? El ligero aumento del número de ocupados/as que se produjo en toda Latinoamérica fue propiciado en un 49% por la expansión del trabajo denominado “por cuenta propia”, mientras que la generación de empleo asalariado aportó sólo un 37%. Esto nos indica que Latinoamérica se ha dirigido hacia la flexibilización laboral: trabajadores y trabajadoras que son contratados de manera “autónoma”, cuando en realidad son empleados/as cuyos derechos laborales, tradicionalmente entendidos, no se encuentran en el centro de la escena.
En sintonía con esto, el aumento de los salarios reales se desaceleró notablemente, llegando a ser la tasa de crecimiento más baja de la década. Entre los países más grandes de la región destacó el estancamiento de los salarios reales del empleo formal en Brasil (-0,2%) y la marcada contracción en Argentina (-5,7%). Por añadidura, continúa replicándose la brecha de género en el mundo del trabajo: por cada hora trabajada, las mujeres reciben ingresos laborales que son en promedio 17% inferiores a los de los varones con la misma edad, educación, presencia de niños/as en sus hogares y tipo de trabajo.
Por todas estas circunstancias, cobra una especial relevancia una integración regional enfocada hacia la búsqueda de más generación de empleo de calidad y mayor desarrollo. En la misma línea, desde SUTERH estamos seguros/as de que, como defensores de los derechos de los trabajadores y trabajadoras, debemos articular nuestra mirada con la de los demás representantes sindicales de la región en pos de mejorar las condiciones de vida de todos y todas. Por eso, en el último Encuentro Internacional de Representantes Sindicales, intercambiamos perspectivas sobre las distintas problemáticas que aquejan a los trabajadores/as en el subcontinente y cómo la confluencia de nuestras opiniones puede ayudar a generar mejores condiciones laborales para todos los latinoamericanos/as.