Sube la apuesta represiva en educación

La victoria de Baradel en las elecciones de Suteba del día de ayer se dio en el marco de un conflicto que sigue vigente desde que comenzó el año lectivo. Los afiliados avalaron en las urnas al Secretario General y le otorgaron un plus de confianza para continuar los reclamos desde la educación pública; su contundente victoria por encima del 70% de votos a favor lo respalda.

Roberto Baradel lleva años como titular de Suteba pero, aun sosteniendo largos paros al gobernador anterior, nunca le cuestionaron su incumbencia docente ni le amenazaron a la familia. La desacreditación de los maestros, que busca convalidar su rebaja salarial, también apunta a su precarización laboral. El discurso del gobierno presiona para reformar el estatuto docente, el que a base de victorias de los trabajadores les permite faltar a la escuela cuando están enfermos o deben cuidar a un familiar.

Los afiliados respaldaron a Baradel en las urnas. Apoyan los reclamos por la educación pública

Vidal, por su parte, se presentó anoche en TN para reforzar su postura y dejar en claro que seguirán el camino que han iniciado. La gobernadora aplaudió un fallo de la justicia que dictaminó que la “paritaria nacional” no está explicitada en la ley, por lo que el acuerdo de 2016 (el piso del 20% por encima del salario mínimo vital y móvil) debería bastar tanto para éste como para futuros años.

Pero la discusión no se acaba en lo salarial. Ayer por la tarde, la policía ingresó en una escuela de Banfield; entraron armados, sin orden y sin identificación. La situación de horror la vivieron docentes y estudiantes de la escuela Escuela Normal Antonio Mentruyt (ENAM) quienes vieron cómo cinco policías tiraron al piso a un muchacho (exalumno) que se quiso refugiar allí  y lo empezaron a patear mientras lo esposaban.

No es la primera vez en el año que sucede algo así. En pleno conflicto con el gobierno, los docentes de la Escuela Normal Superior N°2 (Mariano Acosta) decidieron dar una clase pública para visibilizar la situación y fueron “cordoneados” por la policía que, al otro día, amenazó a la rectora (Raquel Papalardo) y le “pidió” su retiro anticipado. Esto fue unos días después de que la policía reprimiera a los maestros que intentaban armar la Escuela Itinerante en la plaza del Congreso. Poco tiempo antes, en Jujuy, la policía había entrado a la Universidad so pretexto de “ruidos molestos”.

Mientras el gobierno sigue permitiendo una política de represión y autoritarismo en las escuelas y a los docentes, el respaldo de los afiliados dejó en claro que -más allá del comienzo de las clases y la “discusión con los niños en el aula”- el conflicto con los docentes sigue vigente.

Hay muchas formas de pegarle a un docente. No sólo con los palos

A los docentes no se les pega, escribí hace poco haciendo mías unas palabras de Mex Urtizberea, pero no solo se les pega con palos. Se les pega reduciéndoles los salarios, descontándoles los días de paro por haber salido a manifestarse en democracia, se les pega queriendo reducirles las licencias por enfermedad. Aún más, se les pega desacreditándolos, diciéndole a la sociedad que son vagos, que no sirven para educar a sus hijos.

Se les pega, no solo a los docentes sino a la educación y a los valores propios que conformaron en buena parte nuestra identidad nacional, cuando se dice que los niños “caen” en la escuela pública por no poder acceder a la verdadera educación; esa que sólo estaría en las escuelas privadas, las que unos pocos pueden pagar. Así se le pega al pueblo soberano, a todo el pueblo argentino.