Baja el consumo y se mantiene el silencio

El consumo sigue bajando. Los estudios de distintas consultoras acuerdan en que el consumo masivo en Argentina no repunta. Y junto a la capacidad de consumo, cae también la calidad de vida.

Que haya un estrechamiento en la cúpula social es síntoma de otras cosas que están pasando. Los sectores medios y bajos han visto reducidas sus chances de enfocar el consumo en distintos objetos de placer (la compra de ropa, libros o viajes al exterior han decaído en este sector). Mientras que los viajes de las capas más altas continúan a la par de los gastos extravagantes de todo tipo. No olvidemos la quita de los impuestos a los autos de alta gama.

Ya en septiembre del año pasado habíamos visto que algunos medios culpaban al consumidor por la caída de consumo. Parecía que la gente temía gastar por miedo a una recesión que, para algunos, no existía. Hoy que ya no hay dudas de la caída en el consumo, algunos medios prefieren hacer silencio sobre el tema. Mientras que algunos medios publicaron hace meses una breve nota sobre el leve repunte del consumo, otros afirmaron que los sectores más bajos aumentaron un 3% su capacidad de consumo. Bajó el consumo de lácteos, congelados, bebidas y cuidado personal. Subió el de los alimentos secos, las infusiones y el cuidado del hogar. ¿Hay necesidad de análisis?

La suba en los sectores más bajos también propone la hipótesis de la creciente incorporación de nuevas familias a los sectores más bajos, ¿no? Por otra parte, el aumento de venta de almacenes y mayoristas da cuenta de la brecha social que se yergue en Argentina día a día. ¿Quiénes necesitan al almacenero que nos fía? ¿Quiénes pueden acudir al mayorista?

El ya sabido tarifazo repercute directamente en los precios, mientras que el salario se mantiene o baja unos puntos con respecto al año pasado. El incremento del consumo se vuelve, así, imposible. El consumo masivo acumula ya un 5% de baja en los últimos dos años. Mientras tanto, algunos intentan trastocar los números anunciando el incremento en las ventas on-line que llegó al 50% (aunque el total de ventas online no signifique ni el 5% del total de consumo mundial, menos aún en Argentina).

En otros casos, el informe se centra en el análisis comparativo latinoamericano. Argentina sigue siendo líder en consumo en la región, aún con el registro en baja que se explicó. ¿Será que el objetivo es continuar la baja hasta acercarnos a la media latinoamericana? ¿Habrá un intento por reducir el consumo de los sectores medios y bajos a lo meramente indispensable para la supervivencia? ¿Será que la reactivación del consumo en la década pasada fue tan positivo que ahora, aún en baja, continuamos liderando en los informes de la región?